Los componentes del equipo de tiro al plato y de precisión preparan los Island Games conscientes de sus posibilidades de medalla | I.M.

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En los campos de tiro de los Island Games, el nombre de Menorca infunde un respeto máximo. Ese repeto se convierte en terror si le acompaña el nombre de Joan Bagur. El tirador, de 49 años, es uno de los deportistas más laureados de la historia de los juegos entre islas con 17 medallas ganadas, y será el encargado de liderar el equipo de tiro al plato y de precisión, junto con Sebastià Bosch, Pedro Portella y Antonio Santana.

Los tiradores serán de los más madrugadores a nivel competitivo ya que los juegos de Gibraltar vivirán su fiesta de apertura el sábado 6 de julio y el mismo domingo, día 7, ya se disputarán las pruebas de Ball Trap y de 50 metros pistola. Las competiciones las acogerá el nuevo centro de tiro que se ha construido con motivo de los juegos y que cuenta con las últimas novedades en funcionalidad. A nivel técnico, explican los propios tiradores, «el principal problema recae en el hecho de que se tira hacia el mar y la falta de suelo bajo el plato puede condicionar el vuelo y la puntería dependiendo del viento».

Bagur no solamente es el deportista con más medallas de IGA Menorca, 10 de oro y 7 de plata, sino que es el que más experiencia acumula en los juegos ya que lleva compitiendo ininterrumpidamente desde que la expedición menorquina debutó en Rhodes 2007. Le acompañará, en tiro al plato Sebastià Bosch, quien guarda en su currículum seis medallas –todas ellas por equipo junto a Bagur- y quién vivirá sus quintos juegos.

Por lo que hace a la competición de tiro de precisión, los participantes serán el debutante Antonio Santana y el experimentado Pedro Portella, quién cuenta en su haber con cuatro medallas, dos de bronce individual logradas en Gotland 2017, y otras dos por equipos en Wight y en Bermudas. Los dos se repartirán entre las modalidades de pistola y rifle.

La responsable del equipo en Gibraltar será Maria José Quintana, quien ha sido la encargada de coordinar la larga y completa fase de clasificación que ha definido a los tiradores que se han ganado la plaza para el peñón británico. Santana, además de participar en la fase de clasificación, ha sido el ganador de la plaza por valores.

Bagur, optimista

La tranquilidad habitual que acompaña a Joan Bagur, de 49 años y payés de oficio, se ve truncada por su ambición. El tirador, que vive en Es Migjorn Gran, lo tiene claro: «En Gibraltar quiero ganar mis medallas 20 y 21». Y no le faltan motivos para afirmar con tanta rotundidad sus aspiraciones ya que viene de terminar décimo en el campeonato de España disputado hace unas semanas en Barcelona. «Estoy en un muy buen momento de forma, nunca había estado así, y la pena fue que me quedé a un plato de entrar en la final».

Bagur sabe que en el campo de tiro es el rival a tener en cuenta, aunque avisa: «El resto de tiradores han ido mejorando, cada vez todo el mundo llega más entrenado y más preparado por lo que hay que estar muy concentrado». Otro aspecto a tener en cuenta, explica Bagur, «es que tiramos sobre el mar y esto condiciona mucho la trayectoria del plato en función del viento» y añade «los tiradores de Gibraltar imagino que estarán más acostumbrados a esta situación, aunque hace unas semanas estuve en un campeonato en Eivissa, donde tienen unas instalaciones similares, y gané».

Otro que viaja con suficiente experiencia es Sebastià Bosch, de 49 años y electricista. «Las sensaciones son buenas, unos nuevos juegos son una nueva oportunidad para hacerlo lo mejor posible», explica. En este sentido, el residente en Es Migjorn Gran admite que «mi objetivo este año es ganar una medalla individual, además de las que puedan venir en equipo». Siente Bosch que tiene una espina clavada ya que cuenta en su currículum con seis medallas (2 de oro y 4 de plata) logradas todas junto a Bagur.

No será fácil. «Hemos visto una evolución en el tiro al plato, los rivales cada vez se preparan más, entrenan y no es como antes, lo que también nos obliga a nosotros a trabajar más», matiza el tirador que confía en que la delegación menorquina «repita el buen rollo que se ha vivido cada año, que conectemos como expedición y todos los deportes nos apoyemos».

«Es impresionante ver cómo se vuelca y se implica la gente en los Island Games en las islas organizadoras», explica el constructor Pedro Portella, que este mes cumplirá los 60 años. «Todo el ambiente y el nivel de competición es un aliciente para seguir practicando, entrenando y mejorando porque son como unos Juegos Olímpicos amateurs que cada vez van a más», añade el experimentado tirador, que vivirá sus sextos juegos, después de lograr dos bronces en Gotland en 2017.

La ilusión y los nervios los podrá, este año, el debutante Antonio Santana. El tirador de precisión, de 45 años y enfermero de profesión, admite «estar nervioso y con miedo a no dar la talla porque llevo poco tiempo en el tiro, espero estar a la altura». Esas dudas son comprensibles para alguien que vivirá su primera competición a nivel internacional «con la responsabilidad que supone representar a Menorca».

Con todo, Santana opina que «llegado el momento, cuando sea el turno de competir, me concentraré en competir y los nervios se irán, me centraré porque el tiro, a diferencia de otros deportes, no solamente juegas contra otro rival sino que juegas contra ti mismo». Lo que más ilusión le hace al mahonés es «vivir la piña y el grupo de la que todo el mundo habla tan bien, notar el cariño de todos los deportes y poder luego devolvérselo si podemos ir a animar en alguna competición».

La voz de la experiencia, Joan Bagur, admite que «es muy difícil dar un consejo porque la primera vez todo está marcado por los nervios y, en el tiro, es muy importante saber gestionar bien esa presión porque sino te condiciona».