El regatista menorquín Joan Cardona, con solo 21 años, se ha colocado ya en la elite mundial de la clase Finn (es número 4 del ranking) | Redacción Menorca

TW
4

El regatista menorquín Joan Cardona, con solo 21 años, se ha colocado ya en la elite mundial de la clase Finn (es número 4 del ranking) y el aplazamiento a 2021 de los Juegos Olímpicos mantiene intactas sus esperanzas de estar en Tokio, al contar con un año más de preparación.

«Me puedo preparar un año más y coger más experiencia frente a rivales que llevan compitiendo diez o más años en la clase», argumentó el miembro más joven del equipo olímpico español, que resalta: «Solo llevo dos años y medio en la clase y un año más de preparación me cambia mucho las cosas, mientras que a mis rivales no tanto. Es una buena oportunidad para mí e intentaré aprovecharla lo mejor posible», añade.

Desde abril de 2019 ha finalizado en el Top Ten de todas las regatas en que ha competido. Ha escalado del puesto 21 del Ranking Mundial al cuatro actual, logrando el noveno puesto en el Mundial del pasado diciembre y el título mundial Sub'23.

Su reto es doble, ya que la clase Finn es una de las tres en las que España aún no estaba clasificada por país para Tokio. Solo queda una para Europa, que debía decidirse a mediados de este mes en Génova (Italia) y que ha sido cancelada por el COVID-19.

España partía como favorita para lograrla y Cardona señala: «Después del noveno puesto en el Mundial, y con la progresión que llevaba, llegaba muy preparado. Ahora puedo seguir progresando y cuando establezcan una nueva regata de clasificación, llegaré aún mejor».

Como la mayor parte del equipo olímpico español está confinado en el CEAR de Santander donde llevan ya dos semanas. «Fue una decisión voluntaria porque el equipo ya estaba junto en Palma y, al suspenderse las competiciones, decidimos venir aquí», revela.

«Debíamos confinarnos y nos daba un poco de miedo hacerlo con nuestras familias porque habíamos estado viajando mucho, en contacto con mucha gente y podíamos contagiarlos. Además, en ese momento los Juegos iban a ser este verano y si teníamos que parar un mes o más se nos iba a hacer muy largo», continúa.

Noticias relacionadas

El estar en el CEAR con el mismo preparador físico con el que llevaban toda la preparación, disponer de aulas donde estudiar, recibir charlas o compartir información le animó a tomar la decisión, igual que al resto de regatistas. «Si tuviera que hacer esto de nuevo, lo haría», se ratifica el deportista menorquín.

El catalán Álex Muscat también está confinado con él y es su gran rival en su clase para los Juegos. «Nos llevamos muy bien, trabajamos juntos, compartimos material y probamos cosas. Nuestra filosofía es el clasificar primero al país, ser los dos lo más fuertes posible y que gane el mejor; esto es bueno para los dos».

Nació en Barcelona, pero con solo un mes de vida sus padres se trasladaron a Menorca y desde hace casi cinco años vive en Palma donde se ha forjado como regatista de alto nivel en el RCN Palma.

Mide 1,90 y pesa 100 kg. Estuvo en la clase Láser y hace dos años y medio se pasó al Finn."Era mi clase natural porque para el Láser lo ideal eran ochenta kilos y no podía mantenerme en ella».

Mientras preparaba los Juegos también competía con el 'Spain Team' en el Circuito Mundial Sail GP (catamaranes con 'foils') junto a otros olímpicos como Jordi Xammar, Diego Botín, Florian Trittel o Iago López-Marra.

Al respecto explica: «Comparto ambas cosas. En febrero competimos en Sydney, en la primera prueba de la temporada y nos fue bastante bien. La lástima es que la clase Finn, olímpica desde 1952, desaparecerá del programa olímpico después de Tokio 2021 y esto sí que es un problema para mí porque yo estaba empezando en esta clase y será complicado que pueda pasar a otra».

Puede que esto le haga dejar la vela ligera y pasarse a la vela de crucero o oceánica. «Es cierto que en algún momento había pensado en poder estar en algún equipo de la Ocean Race -Vuelta al Mundo- en 2021. Entonces tenía un año y medio para prepararme si Tokio hubiese sido este año y con el aplazamiento me quedaría menos tiempo, pero sería una buena oportunidad estar ahí y aprender».