Imagen de los accesos al polideportivo Príncipes de España en Palma

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El deporte menorquín y balear sufre otro frenazo. Las preocupantes y cada vez más elevadas cifras derivadas de la crisis sanitaria de la covid-19 vuelven a sacudir de nuevo a un segmento que lucha por salir adelante, dentro de las recomendaciones sanitarias y, aunque en algunas modalidades (especialmente las que se disputan al aire libre y son individuales) cuenta con el aval de los criterios sanitarios para poder realizar entrenamientos y competiciones.

Pero una serie de deportes, que comprenden una importante porción de las licencias federativas en Balears, han visto de nuevo frenadas sus ilusiones ante la gravedad de la evolución de la situación sanitaria en el archipiélago, que tendrá consecuencias para el tejido deportivo de las islas.

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Si hace diez días el Govern, a través de la conseleria de Salud, marcaba unas pautas que limitaban la actividad en los entrenamientos de deportes colectivos y de contacto, el deterioro de la crisis sanitaria ha llevado a la conselleria, en constante contacto y coordinación con la Dirección General de Deportes, a extender esas restricciones iniciales, que expiraban con la entrada del mes de septiembre, por espacio de otras dos semanas.

Planificación

Un duro golpe para diferentes modalidades que ya habían planificado el inicio de sus pretemporadas y en algunos casos ya se habían iniciado. Dentro de las medidas impuestas por el Govern y anunciadas ayer por Francina Armengol y Patricia Gómez, presidenta y consellera de Salud, la Conselleria de Asuntos Sociales y Deportes informó de la extensión de las limitaciones con las que ya trabajaban los clubes, federaciones y deportistas de esas especialidades, tanto colectivas (fútbol, baloncesto, voleibol, balonmano...) como de contacto (lucha, taekwondo, boxeo, judo, karate...).