Nathalie Pohl | MARC LE CORNU

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Un tiempo increíble y otro récord para la excepcional atleta: Nathalie Pohl ha recorrido a nado con un sensacional tiempo de 09:50 horas los 40 kilómetros del canal de Menorca que separa las islas de Menorca y Mallorca. Fue una hora más rápida que la anterior poseedora del récord y sólo 26 minutos más lenta que el hombre más rápido. Una actuación sensacional, porque aunque el escenario de las vacaciones sugiera lo contrario, el mar Mediterráneo lo exige todo a los nadadores de aguas abiertas. Para culminar con éxito la hazaña se requiere una perfecta forma física, una gran fortaleza mental y un incansable espíritu de lucha. Cualidades que Nathalie Pohl reúne a la perfección. Al salir del agua en Cap des Freu, en Mallorca, por la tarde, dice: "Es una sensación que no tiene precio. Una distancia tan larga es un gran desafío, sobre todo mentalmente. Pero he conseguido centrarme completamente en mí y en mi ritmo y darlo todo." Y puede sentirse muy orgullosa, porque solo hay 18 nadadores en todo el mundo que hayan logrado superar antes que ella tales penalidades.

Desde hace más de seis años, Nathalie Pohl no pierde de vista su gran objetivo: quiere conseguir lo que ninguna alemana ha logrado antes: superar a nado sin neopreno los siete estrechos más importantes del mundo, los Ocean's Seven (Siete Mares), solo con bañador, gorro y gafas. La preparación para ello es extremadamente extensa y exige mucho de ella y de su equipo, porque una actuación así sólo es posible si todo encaja el día de la natación: desde la logística de antemano hasta el apoyo in situ y el abastecimiento desde el barco durante la natación. Solo en el último año de entrenamiento ha nadado más de 1.000 kilómetros y ha trabajado su técnica de manera ininterrumpida. Pero en los océanos del mundo no solo es importante la forma física. Antes que nada es la fortaleza mental la que decide el resultado de una travesía a nado. Nathalie Pohl lleva años trabajando la motivación mental para superar sus límites de rendimiento en situaciones extremas en el agua. Lo que le ha ayudado, incluso fuera del agua durante la pandemia del coronavirus, a no perder la concentración y a seguir luchando por su objetivo. Por lo que mayor es su alegría al haber triunfado de esta manera en el Mediterráneo. La joven de 26 años dice: "Como nadadora de aguas abiertas, dependo de mi fortaleza mental. Tener éxito significa ser flexible y mantenerte siempre fiel a tu objetivo, pase lo que pase."

Su gran objetivo, cruzar los Siete Mares, está más cerca con cada brazada: siempre que las normas de movilidad lo permitan, la nadadora de Hesse quiere enfrentar este mismo agosto el reto de cruzar el canal de Kaiwi, de 42 kilómetros de longitud. Allí, además de la larga distancia, le esperan a Nathalie Pohl medusas muy venenosas, tiburones y olas extremas. Después, para completar los Siete Mares le faltará cruzar el estrecho de Cook, entre las islas norte y sur de Nueva Zelanda, y el canal del Norte, entre Irlanda y Escocia.