El entrenador del Club Tennis OAR, el veterano Juan Carlos Ribas, recogiendo y cerrando. | Josep Bagur

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Cincuenta y pocos años después que el fallecido ex presidente del Comité Olímpico Internacional, el mítico, Juan Antonio Samaranch, las inaugurara en el año 1968 en Ciutadella, desde la semana pasada las longevas instalaciones del Club Tennis OAR cierran sus puertas y el telón del tenis se apaga en la histórica entidad de la céntrica Contramurada, cuna de algunos de los mejores tenistas que han dado Menorca y las Illes Balears. Después que el ayuntamiento de Ciutadella –una vez confirmada su compra de los terrenos al Obispado por valor de 1.050.000 euros a finales del 2020 –, instase al club tenístico a salir de las pistas del OAR, estos pasados días cumplieron y la histórica entidad ya no está en la Contramurada, ya que se ha trasladado a las Pistas Municipals.

De esta manera, se ha acabado uno de los culebrones más largos en Ponent, ya que hacía muchos años ya que planeaba entre la masa social y deportiva del OAR la posibilidad grande de qué, una vez estos terrenos fueran municipales, se verían obligados a tener que marcharse, a las instalaciones municipales situadas en el Camí de Maó.

Juan Carlos Ribas, emblema principal de la entidad de tenis ciutadellenca, y la junta directiva, hicieron las maletas la semana pasada y ya conviven junto a a otros usuarios en las Pistes Municipals. Mientras desde el OAR se hacen a la idea de su cambio de domicilio y ultiman el acuerdo con el Ayuntamiento, las viejas pistas del club, en la Contramurada, ya son historia en el tenis menorquín y balear. Unas pistas de las que han salido tenistas de gran talento y por las que incluso ya llegado a pasar el mismo Rafa Nadal, en su edad formativa.

Moll, concejal de Deportes

La concejal del área de Deportes del consistorio ciutadellenc, la socialista, Sandra Moll, confirmaba a este diario que el CT OAR, «desde el pasado día 6 de julio, ya utiliza las Pistes Municipals de Ciutadella, como cualquier otro club de la ciudad que hace uso de las instalaciones municipales», señalaba Moll, indicando que, por ser un club, no tendrán más privilegios que otros usuarios. «Hacen una petición y se les cede el espacio, si es posible, como a los otros», dice la edil, que confirma que si el OAR quiere organizar campeonatos, «podrán hacerlo».