A 12’5 metros. Este fin de semana se celebró en Oslo el Campeonato Mundial 2021 de Dødsing, dejando las espectaculares imágenes habituales en cada salto desde el trampolín al mar; este año, situado a 12’5 metros de altura, más arriba que nunca

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Que el deportista de Ciutadella, Joan Florit ‘Fly’ se crece ante las adversidades no es noticia. Sin embargo, sí lo es, y con mayúsculas, la quinta posición cosechada este pasado fin de semana por el saltador ciutadellenc en el Campeonato del Mundo de Saltos ‘Dodsing’ 2021 de Oslo (Noruega). Un quinto puesto mundial que supone el récord para el menorquín, su mejor clasificación entre los mejores saltadores ‘Dodsing’ del planeta. Y precisamente, una cúspide personal que a Florit le llega en plena pandemia por la covid-19 y ante un cúmulo de adversidades que se le unen al hecho de, en la Isla, no poder entrenarse en esta espectacular disciplina deportiva.

En el quinto Campeonato del Mundo en el que participa el menorquín en los países nórdicos, en Oslo la competición de este apretado Mundial 2021 se iniciaba con la primera ronda, en la que saltaban hasta 24 deportistas, de los que tan solo ocho pasaban ronda para luchar por la fase final. Y aquí, Florit empezó a ver que podría ser su año, protagonizando en la piscina noruega un salto prácticamente perfecto: «Una pirueta nueva que nunca había realizado a tanta altura pero pude ajustar muy bien el vuelo y sobre todo la entrada», detalla emocionado, ya en Ciutadella, Florit, a «Es Diari». Así el insular lograba acceder a cuartos de final.

En la siguiente ronda el emparejamiento de Florit fue con Filip Julius Devor, tres veces campeón del mundo y el ciutadellenc, tras realizar un salto «muy bueno» –como él mismo se sinceraba –veía como los jueces decidían que la ronda se la llevaba Devor, quien finalmente fue tercero, detrás de Arne Veim y del campeón, Kim-André Knutsen. Finalmente, al acabar la competición, los jueces publicaron el resultado final y el saltador de la Isla se marchaba a casa con un flamante quinto puesto. «De momento, mi mejor posición en un Mundial en mis cinco participaciones», recordaba orgulloso. «Creo que debo sentirme contento de cómo ha salido todo, al prepararlo con tan poco tiempo y pese a que esperaba un poco más al salir del mar, viendo lo bien que me había sentido en el aire», analizaba fríamente y tan ambicioso como siempre.

Sobre la bocina

Para Joan Florit este 2021 era el año que para él se le presentaba «más difícil, tras un invierno con covid-19, con muchas limitaciones y en el que casi no entrené, ya que estuve centrado en mi carrera de profesor y en las oposiciones», relata el aventurero deportista. De hecho, ‘Fly’ ni pudo viajar a ninguna de las primeras competiciones mundiales, quedando relegado a solo poder disputar la prueba de Helsinki, el pasado 7 de agosto. «Unos días antes decidí intentar realizar algún salto nuevo, algo que se viera diferente a lo que había estado viendo en las competiciones de este año», señalaba. Florit viajó a Helsinki unos días antes y pudo probarlo en la plataforma, hasta realizarlo en competición. «Todo salió bien, obteniendo una buena puntuación».

Después de Finlandia el menorquín regresó a casa sin saber a ciencia cierta si había logrado su pase a la final de Oslo. «Unos días antes recibí la noticia de que había sido seleccionado como uno de los internacionales. A los dos días ya viajaba a Noruega para prepararme en la plataforma de Frogner», relata, donde pudo saltar tres días antes y otro en trampolín olímpico, en una piscina ‘indoor’. «Perfeccioné el salto y busqué recursos ya que sabía que el 2020 la plataforma de la final fue de más de 10m y los rumores apuntaban que este año iba a ser más alta». Y así fue, sorpresa. El gran día llegó con tiempo y verificó que era más alta, hasta 12.5m. Ningún problema.