Felip Moll, este viernes en Es Nàutic, dirigiéndose a su gente | Josep Bagur Gomila

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El regatista ‘mini’ y actual comodoro del Club Nàutic Ciutadella, Felip Moll, tenía una importante deuda pendiente con su gente de la entidad de poniente y este viernes por la tarde la saldó. Moll recibió el calor de una parte notable de la masa social de Es Nàutic en las instalaciones del club, donde el regatista– cuatro meses después de su hazaña–, explicó con todo tipo de detalles y ante unos ojos por momentos agrandados de los oyentes su épica Mini Transat 2021, con su ‘Allevà’.

El grueso de la junta directiva encabezada por el nuevo presidente, Salo Moll, junto a socios y simpatizantes, arroparon a Felip Moll en su explicación de su aventura en solitario por el Atlántico, en su velero de 6’5 metros, sin conexiones y lidiando múltiples problemas y contratiempos que, por momentos, amenazaron su integridad física y ser el primer ‘finisher’ menorquín de la Mini Transat.

Hazañas en primera persona

Moll explicó el recorrido «y la estrategia que seguí», centrándose sobre todo en las anécdotas más destacadas y curiosas, poniendo también voz a la psicología, «en una regata de estas dimensiones», subrayó el CNC. «Cómo se vive en solitario durante tantos días con miedos, ansiedad... Y también lo positivo. Fue más que una regata, un proyecto vital; lograrlo ha supuesto lograr la recompensa de un esfuerzo enorme en todos los sentidos», dijo. «Lo más difícil al salir a navegar era lo que dejaba detrás, más que lo que me venía», reconoció, recordando también sus aventuras con las orcas o el problema grave con el piloto automático.