Arrancaron fuertes las número 2 del WPT y en nada se ponían ya por delante (1-0). Las rivales de Triay buscaban un juego más dinámico y guiadas por González, empataban raudas. Con 1-1, las ‘TriAazar’ se hacían con el primer punto de oro, cazando la local a González (2-1). El ritmo de partido era muy alto en Bintaufa, de exigencia máxima en ambos lados del azul. De aquí, un rápido 2-2, con Bea y Martita, haciendo esforzarse al máximo a las número 2.
Ortega y González se crecían y estaban confiadas con el juego rápido que exigían en la pista de Maó y se situaban 3-2, castigando el servicio de Triay-Salazar. Era el momento de cambiar de cara y sensaciones y devolvérsela. Sin embargo, estaban crecidas Ortega-González– en la línea del doble 6-0 de cuartos de final–, y se marchaban 4-2. Las ‘TriAzar’ no se encontraban cómodas pese al respaldo del público y encima, Bea González era un obús. Segundo ‘break’ espectacular y servicio para llevarse el primer set (5-2), ante Triay-Salazar apagadas y sin respuesta.
Debían enfriar el encuentro Gemma Triay y su pareja y forzar a las rivales a fallar. La alaiorenca, tras un punto eterno, acortaba distancias y mejorando en definición (5-3). Respiraban con el ‘contra break’ pero Bea González era un vendaval y hacía temblar el pabellón. Y sí, Salazar la enviaba en la red, tras una gran defensa de Ortega y 6-3.
Tocaba remar de nuevo en contra Triay y Salazar, que aún no habían encontrado su mejor versión y ante unas rivales que llevaban la semifinal a su terreno, hasta el momento. Triay mejoraba y las de Rodri Ovide se adelantaban 1-0. Era la primera vez que se ponían por delante y Salazar, desde el fondo, iba a más, hasta el 2-0. Papeles cambiados, punto de oro, grito de rabia de la alaiorenca y 3-0, con unos rostros sonrientes ahora en las nº2. Este set cogía un claro color local con el 4-0, en plena metamorfosis de alaiorenca y madrileña.
Bea González resistía a base de garra y punto de oro suyo para el 4-1. Sin embargo, el intercambio de papeles proseguía, a Bea González no le entraba nada y Triay crecía, para poner ya un 5-1 que olía a igualada a uno en el Pavelló Menorca. Todo de cara para las número 2, ya sí más parecidas a la pareja que mandaba el WPT; sus rivales estaban desquiciadas en Maó. De hecho, el 1-1 era ya inevitable y todo se iba a la desigualada con el 6-1, una vez más y la tercera ya para las ‘TriAzar’ en este Estrella Damm.
Era el momento de aprovechar el factor favoritismo local y sentenciar, obrando otra remontada, en el noveno encuentro del 2022 entre ambas parejas. La dinámica seguía siendo la misma y Triay y Salazar empezaban sólidas y golpe psicológico con el punto de oro de la insular, rompiendo la pista de Bintaufa. Presionaba Ortega a Salazar para empatar raudas con el 1-1 y apaciguar los ánimos de ambas bandas. El partido estaba en tierra de nadie, con las dos parejas seguras, pero el 2-1 sería de las chicas de Ovide. Resistían Ortega-González, 2-2 y el partido en un pañuelo. Saltaban chispas, se entraba al momento decisivo y Salazar ponía el 15-40, para que Triay cerrara con el 3-2. Máxima igualdad en el Pavelló (30-30), mazazo de Salazar y Ortega la enviaba a la red para un 4-2 muy importante. Lo sabían las dos, apretando sus puños. La final estaba algo más cerca y Ortega sufría, en el peor instante. Además, Triay y Salazar se crecían para el 5-2 y las caras de sus rivales eran cabizbajas. Era cuestión de tiempo que se cerrase el set, el partido y la final y así fue. Paralelo de la menorquina y 6-2, ante la ovación del respetable, puesto en pie.
Las rivales, lanzadas
Ariana Sánchez y Paula Josemaría, actuales número 1, se enfrentaban a Lucía Sainz y Tamara Icardo por el primer billete hacia la gran final y sí, lograron acceder a su undécima final en los últimos doce torneos, siendo la gran amenaza a día de hoy del World Padel Tour.
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