Patinaje de la UD Mahón, una sección emblemática

Si bien la entidad que se aloja en el campo de San Carlos también ha abarcado en sus diez decenios de existencia otras disciplinas, como el baloncesto, en los años 50, y el ajedrez, en la década siguiente, en los 60, con certeza ha sido el patinaje la que, al margen del fútbol lógicamente, ha concedido importante presencia y proyección a la Unión.

Impulsada en 1958 en el seno de la Peña Unionista, la sección de patinaje de la UD Mahón tuvo en el dinámico Mateo Cunill su primer responsable. El preámbulo del patinaje unionista fue la creación de un equipo de hockey patines, en el antiguo enclave de La Salle, bajo las órdenes del recientemente y recordado fallecido Juan Bordoy. A partir de ahí, se forja un notable grupo de patinadores y patinadoras, que hizo incrementar el lustre y prestigio del unionismo.

Toni Pons, Angeles Cunill, Rosa Mari Domingo, Paquita Juaneda, Joana Melsión, Juana María Macián, Ángeles Camps, José Tomás o Sacramento Capó fueron algunos de los rostros que en los años 60 conquistaron éxitos de ámbito insular, balear e incluso nacional, a lo que siguieron los célebres festivales de los años 70 y 80.

Lustros después de aquellos primeros y brillantes momentos, y actualmente bajo la dirección de Mary Mier, antigua alumna de la sección y entrenadora nacional de patinaje artístico, y su hija y también entrenadora, Liber Olives, el patinaje unionista, no solo se ha revitalizado, sino que con certeza ha renacido.

La sección durante un tiempo estuvo inoperante, pero en 2005, Cristina Garriga, a la sazón edil en el Ayuntamiento, propuso recuperar el tradicional festival de patinaje, dentro del programa de actos de las Festes de la Mare de Déu de Gràcia, lo que motivó convocar para el evento a la escuela sita en esos momentos en la asociación vecinal de Camí den Barrotes, precisamente dirigida por Mier y su hija. La por entonces presidenta de la Unión, Isabel Petrus (madre del actual mandatario unionista, Dino Gelabert), quedó prendada de la actuación de las jóvenes patinadoras, tanto que no vaciló en atraer de nuevo la sección a la Unión.

«Funcionamos como una sección independiente en relación al club, pero somos la UD Mahón, llevamos dieciocho años aquí, y la actual directiva, con el presidente Dino Gelabert, que es un encanto, nos hace partícipes de todo», relata Liber Olives, que en ese sentido pone también en valor la llegada como coordinadora de cantera de la entidad de Irene Olives, «con la que tenemos mucha conexión, una persona muy cercana», abunda la entrenadora. La sección radica en una pista contigua al campo de San Carlos y en la actualidad cuenta con 82 patinadoras, una cifra muy respetable, a las que se intenta «dar algo más que patinaje». «Queremos que esto sea una actividad lúdica. Las más pequeñas no compiten, y no las separamos en función de su nivel, sino que nos gusta que las amigas estén juntas», sigue Liber Olives.

Post covid

Los tiempos de la covid, de la pandemia, no fueron fáciles, pero la normalidad «ya ha regresado» al patinaje unionista, celebra la joven entrenadora, lo que también ha permitido restablecer el viejo y sano hábito de la sección de acudir a otros espectáculos deportivos para amenizar los mismos, tales como los partidos de Liga Iberdrola del Avarca Menorca o del Bàsquet Menorca.

Las migraciones incluso en ocasiones son de ámbito nacional, lo que por razones obvias, «siempre es más complicado», indica Olives, y la actualidad de la sección ha logrado asimismo restablecer ese viejo vínculo con la victoria, lo que tiene reflejo en los recientes títulos de campeones de Menorca y de las Illes Balears.

«Ahora hay más competencia, pero nos mantenemos ahí; la verdad, estoy muy contenta y orgullosa», concluye Liber Olives, un pilar fundamental de una sección de patinaje que no es sino un pasaje de gran importancia en la centenaria cronología del unionismo.