Imagen de archivo de Jorge Lorenzo.

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«Hacienda inició una caza de brujas y me vio como su cabeza de turco». Así de contundente se ha expresado Jorge Lorenzo en la carta que ha hecho pública esta lunes y en la que responde a Hacienda, tras ganarle la batalla. La Agencia Tributaria le reclamaba al piloto mallorquín más de 11 millones de euros por el IRPF correspondiente a 2016. Hacienda argumentaba que el pentacampeón mundial no había tributado el impuesto sobre la renta de las personas físicas en España, cuando consideraban que vivía aquí, aunque el balear mantuviese su residencia en Suiza. La defensa de Lorenzo ha evitado el revés judicial con pruebas sólidas, por lo que no tendrá que pagar un solo euro.

«Recientemente ha salido publicada en diversos medios una serie de noticias sobre los contenciosos que he mantenido con la Hacienda española. Quiero escribiros unas breves líneas para daros mi visión de lo sucedido», ha manifestado Lorenzo. «Como todos conocéis, hace ya muchos años que decidí irme a vivir a Lugano, una pequeña, pero moderna ciudad suiza a escasamente una hora de Milán. Me fui, como muchos otros deportistas, porque necesitaba la tranquilidad que me ofrecía la localidad cuando no estaba viajando por medio mundo y por la posibilidad de entrenar en las instalaciones del equipo Yamaha (a 60 km de mi casa). Y por supuesto, también valoré positivamente el régimen fiscal que ofrece a sus ciudadanos, mucho más razonable y menos agresivo y confiscatorio que el de otros sitios», ha argumentado.

El piloto mallorquín ha recordado que «en junio de 2017 la Hacienda española abrió una inspección tributaria desafiando mi condición de residente fiscal suizo. La inspección acabó abarcando del 2013 al 2016. A pesar de que las autoridades suizas insistían en que mi situación era perfectamente legal, la Hacienda española siempre cuestionó todo. Así, envió cientos de requerimientos a mis patrocinadores y equipos, buscando no sólo información, sino mi descrédito frente a la opinión pública, haciéndome aparecer en los medios como un defraudador. Llegaron incluso a enviar unos emisarios al propio 'paddock' para forzarme a firmar una documentación. Me asaltaron y bloquearon mi salida cuando me dirigía a subirme a la moto minutos antes de empezar una carrera. Igualmente, tuve que adelantar el dinero que me exigían, para evitar embargos y situaciones humillantes (como aparecer en las listas de morosos). Un auténtico escarnio».

«He sufrido mucho»

Lorenzo confiesa que ha «sufrido mucho estos cinco años y medio. Como profesional, siempre he tratado de permanecer concentrado en las carreras aislándome del ruido de terceros. Pero debo reconocer que la presión y angustia que me generó esta injusta y retorcida persecución de la Hacienda española acabó afectándome en mi vida personal y profesional. Llegaron a derrotarme anímicamente. Lo que otros competidores no pudieron».

Para finalizar, precisa que «hace año y medio, a finales de junio de 2021, ya retirado de la competición, por fin vi la luz. El Tribunal Económico Administrativo Central dio la razón a mi abogado respecto de los años 2013, 2014 y 2015. Una contundente resolución anuló las liquidaciones que me habían girado indebidamente. Y naturalmente, me devolvieron el dinero que yo había adelantado. Ahora bien, nunca hubo ningún tipo de reparación del daño causado. Ninguna indemnización por los perjuicios. Ni una disculpa, pública o privada, carta o llamada. Nada».