Llorens, al llegar a Argentina, tras 12 horas de travesía

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Impresionante, única. Se acaban los calificativos para definir lo que acaba de lograr la nadadora de Ciutadella, Tita Llorens, en Sudamérica. En una gesta inédita y sin precedentes sin traje de neopreno, Llorens poco antes de las 21 horas (horario español) ha pisado suelo argentino, después de 12 horas y 24 minutos para nadar los duros e inciertos 42 kilómetros del Río de la Plata, el más ancho del mundo, que unen los países de Uruguay y Argentina.

Llorens ha podido con las complejas mareas, las aguas marrones, los sedimentos y las algas prohibidas y en un nuevo desafío a la naturaleza ha atado una nueva gesta deportiva en aguas abiertas.

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La nadadaora se lanzaba al agua esta mañana algo pasadas las ocho, de madrugada en Uruguay y desde Colonia de Sacramento, en dirección a Punta Lara, en Argentina. Y la ciutadellenca durante todo el día ha llevado un ritmo espectacular, de hecho, a las 17 horas en España sumaba ya 29 kilómetros y nueve horas en el mar.

Quedaba lo más difícil y si las mareas se lo permitían, Llorens lo tenía de cara. Cambiaron las mismas para bien de Llorens aunque los especialistas decían a este diario que si el Río de la Plata «no quiere, es difícil cruzarlo». Conscientes que podía complicarse la llegada a Argentina se buscaba el punto más cercano, al que Llorens llegaría, emocionada, entre aplausos y aún sin ser del todo consciente de la que había 'liado' en aguas argentinas. Tita Llorens seguía forjando su leyenda en la natación en aguas abiertas y lo hacía visiblemente cansada aunque con una entereza increíble, para asombro de la organización al verla llegar poco antes de las 17 horas en horario argentino.