Dos menorquines recorren el rally de Marruecos con un Seat Panda

En una dura prueba de resistencia en la que los dos menorquines de Ferreries pusieron a prueba hace una semana sus capacidades físicas y mentales– valores supremos de un esfuerzo mecánico–, conseguían dejar el nombre de la Isla en rojo, tras preparar ellos mismos su Seat Panda, competir y lograr no solo que el coche aguantara el trayecto del rally sino también el de ida y vuelta a la Isla.

Con la finalidad de darse a conocer desde Ferreries como especialistas en vehículos clásicos preparando un Seat Panda para esta exigente competición internacional Panda Raid 2025, Tanu y López volvieron a Menorca más que satisfechos después de una decena de días con su vehículo por todo Marruecos, desde el Monte Atlas– totalmente nevado– hasta las dunas del Sahara, con un calor asfixiante. «Nuestra finalidad era ver si éramos capaces de preparar un coche que aguantara la carrera y disfrutar de la experiencia nosotros mismos; sentir el trabajo realizado en nuestra propia piel y poder mejorarlo», señalaba ayer y ya en la Isla, López, en su puesto de copiloto. «Queremos ser los mejores y ser capaces de preparar bien los vehículos de los próximos menorquines que quieran participar en este tipo de carreras», exclama.

Satisfacción máxima

«Imaginad lo contentos que estamos. Además de disfrutar de una experiencia muy especial a nivel personal», reconoce el menorquín, quien detallaba este jueves su aventura con su Seat Panda en Marruecos. «Fue difícil dormir cada día en una tienda, pasar mucho calor durante el día y mucho frío por la noche e incluso tuvimos fuertes lluvias con crecidas de ríos», rememora López, después de una experiencia al máximo de exigente, «cuya comodidad no existía en ningún momento. Aun así, valió la pena. Vimos los paisajes más auténticos de Marruecos, los más alejados de todo y en los que quizás nunca más podremos llegar por su lejanía y dificultad técnica para acceder», piensa en voz alta, tras una Panda Raid 2025 en la que incluso las nuevas tecnologías se quedaron de lado. Una simple brújula– la de toda la vida–, el ‘roadbook’ que facilitó la organización a los equipos participantes y sobre todo la intuición fueron las únicas herramientas con las que valerse estas seis etapas en pleno desierto.

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Orgulloso López, junto a su compañero, Toni Tanu, por su primera y fructífera experiencia en Marruecos, nos desvela este copiloto lo que le ha supuesto la Panda Raid. «Para mí lo mejor fue aprender a navegar por el desierto en soledad, solo con la ayuda de una brújula y un cuenta kilómetros. Estar en medio de la naturaleza sin referencias y ser capaz de llegar al destino después de conducir durante horas en la nada, fue algo mágico», exclama. A su compañero Toni Tanu, que era el piloto, le encantó «el sentir la velocidad de una carrera real y la emoción de la concentración durante la misma», abundan, ya a su llegada a Ferreries.

Un equipo del Vintage Garage Menorca que piensa que con su presencia en Marruecos tras ellos mismos montar y habilitar su propio Seat Panda, han abierto el melón a futuras presencias insulares en esta prueba internacional. «Después que ‘media’ Isla siguiera nuestros pasos en redes sociales y tener mucho apoyo, muchos han descubierto esta prueba en la que les gustaría participar. Quieren que preparemos sus vehículos y compartamos nuestra experiencia, así que ya estamos pensando en repetir el año que viene y quizás esta vez con un equipo de varios coches», dice entre satisfacciones y agradecidos a sus patrocinadores que han aportado económicamente, «sin los cuales no hubiésemos podido costear la aventura», aseveran en el Vintage Garage Menorca, abiertos a propuestas para preparar futuros coches para el rally.