Mucho más que la alegría y la satisfacción de haber ganado la competición absoluta femenina del Campionat de Catalunya de Triatló 2025 se ocultaba este pasado domingo detrás del rostro de la triatleta de Maó, Laia Riudavets, en Vilanova i la Geltrú. Riudavets, quien durante años estuvo disputando los Campeonatos de España y llegó a competir en dos Copas de Europa, a sus 25 años, este pasado mes de diciembre decidía volver al triatlón, de la mano del CN Mataró catalán. Atrás quedaban casi cinco años en el dique seco, desde que su hermano, Nil Riudavets, sufriera aquel grave accidente en mayo del 2019 en el Prat del Llobregat; un choque frontal muy grave donde podría haber perdido perfectamente la vida. Con él paró también ella.
Ha estado prácticamente cinco años enteros sin ponerse un dorsal ni competir de manera oficial en triatlón. Sin embargo, ¿no ha parado de hacer deporte?
—Lo de dejar de hacer deporte nunca fue una opción. Los primeros años sí que decidí dejar de competir, entrenar sin presión, pero me duro poco y empecé a correr más y a querer competir nuevamente. Durante estos años he preparado medias maratones y hasta debuté en mi primera maratón el año pasado.
El ‘mundillo’ del triatlón, su mundo, lo ‘abandonó’ cuando su hermano Nil tuvo el accidente aquel fatídico mayo del 2019. ¿Fue por miedo? ¿Por solidaridad o rabia?
—Creo que lo que me hizo dejarlo fue un poco la rabia que generé hacia el triatlón; todo su entorno en ese momento no me provocaba ningún tipo de felicidad. Aparte, fue un cambio también que Nil se fuera de Barcelona porque eso significaba que debía empezar a entrenar sola y la verdad es que en ese momento no tenía las ganas suficientes para hacerlo. Por tanto, se alineó todo.
¿Cuándo decide Laia Riudavets tomar esta drástica decisión? Imagino que no habrá sido nada sencillo...
—Creo que durante el mes después del accidente empecé a pensar si realmente me valía la pena. Ese mes sí que seguí entrenando, ya que en junio tenía mi última competición. Cuando terminé de competir supe que mi lugar en ese momento no era ese.
Situación compleja la suya y en momentos muy duros en casa.
—Fue duro, ya que llevaba muchos años entrenando cada día pero en ese momento había cosas más importantes donde centrar la atención.
Su hermano Nil, en aquellos momentos, ¿cómo se tomó su parón por su situación?
—La verdad es que nunca se lo he preguntado. Todo fue muy rápido, nos adaptábamos a la nueva normalidad yendo con mi tío a caminar todas las mañanas por el Camí de Cavalls y la verdad, teníamos muchos entretenimientos nuevos como para centrarnos en eso.
Este pasado fin de semana, cuando regresó al triatlón y se hizo con el oro del Campionat de Catalunya absoluto, ¿qué sintió? Fue algo más que ser primera imagino...
—Felicidad, mucha. Me sentí yo misma otra vez y pude demostrar que con ganas todo llega. Creo que, como ha dicho Nil muchas veces, tenía que volver a reencontrarme con el triatlón y sentir que mi familia y mi pareja estaban allí, por lo que fue todo lo que necesitaba.
Personalmente, de lo mucho que habrá aprendido de su hermano Nil, ¿qué destacaría principalmente?
—Muchas cosas. Nil siempre ha sido la persona a la que he querido seguir; le admiro mucho como persona y también como deportista. Creo que me ha demostrado siempre que quien quiere, puede.
Bueno Laia, usted ya está de vuelta en el triatlón. De ahora en adelante, ¿qué metas o desafíos se pone?
—No tenía en mente ningún objetivo y sí que el principal era volver a disfrutar; esto ya lo he conseguido y a raíz de la victoria en Vilanova i la Geltrú me he clasificado para el Campeonato de España de Comunidades Autónomas, en Mérida, y después disputaré la Copa de Clubes con el CN Mataró. Después del verano el objetivo será en principio disputar el Short del Artiem en Menorca y, si todo va bien, ese día volver a competir con mi hermano Nil.
Cinco años del fatal accidente
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Jo igual.