Artes Marciales Mixtas

Fabià Sintes, ‘El Potro Menorquín’ : «Santos en el suelo es peligroso, pero tengo mis armas»

El luchador se las ve con el brasileño en el Madrid Arena, por vez primera para el insular en peso mosca

El menorquín Fabià Sintes | Foto: MARCOS ARJONA

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Mañana es una fecha marcada en rojo para la comunidad de las artes marciales mixtas menorquinas. Dos luchadores forjados en la Isla pelearán por convertirse en campeones de la promotora española más grande y con mayor proyección de Europa. Ignacio Capella (peso ligero) y Fabià Sintes (peso mosca), quienes mantienen una inquebrantable amistad desde hace más de una década, intentarán hacerse en el Madrid Arena con el cinturón de WOW FC. En el caso de Fabià ‘El Potro Menorquín’ Sintes (8 - 3), baja por primera vez a esta categoría (56.7 kilogramos) después de haber desarrollado toda su carrera profesional en la categoría del peso gallo (61,2 kilogramos). Sintes, que lleva cuatro victorias consecutivas y está en su mejor momento, se enfrenta al brasileño, Davi Santos (6 - 2). El adversario de ‘El Potro Menorquín’ está invicto en la compañía tras haber derrotado a tres rivales y tiene un estilo complicado de contrarrestar.

El pasado 15 de febrero logró en Bilbao una victoria impecable en WOW 16. Ganó a Cherif Larossi por sumisión vía mataleón en el primer asalto. Hábleme sobre esa pelea.
—En esa pelea me salió todo perfecto. Ojalá todos los combates me salieran así (risas). Sabía que me enfrentaba a un rival muy bueno en el apartado del kick-boxing y con mi equipo concluimos que mantener de pie una pelea con Larossi tenía cierto riesgo. La estrategia era intercambiar golpes al principio, aprovechar el momento oportuno para entrar al derribo y llevar la pelea al suelo. Como se pudo ver, la estrategia salió a la perfección y lo logré finalizar. Fue genial porque salí casi intacto del combate y he podido mantenerme activo.

Poco tiempo después de esa victoria, se anunció que se convertía en el nuevo aspirante al cinturón del peso mosca. ¿Cómo fueron las negociaciones y qué le motivó a bajar de categoría?
—Desde WOW, a través de Ray Boixader, me comunicaron la posibilidad de pelear por el cinturón del peso gallo contra Hecher Sosa. Decidí rechazar esa pelea porque Hecher es mi amigo e intento entrenar con él siempre que puedo. No me parecía correcto enfrentarme a él. Entonces fue cuando les dije que si me daban un rival interesante, estaría dispuesto a bajar al peso mosca. Fue ahí cuando me ofrecieron un contrato para pelear por el cinturón contra Davi Santos. Yo tenía claro que solo haría el esfuerzo de bajar tanto peso si era por una pelea que valiese la pena. Un cinturón son palabras mayores, así que acepté.

¿Cómo está llevando la bajada de peso? ¿Qué ha cambiado en la preparación?
—De momento, todo lo he gestionado yo. Antes solía hacer dieta durante las tres semanas previas al pesaje y me bastaba para dar el peso sin problemas. No hacía una bajada muy drástica, en comparación con la mayoría de luchadores del peso gallo. Los demás suelen empezar la bajada en 75 kilogramos y yo siempre lo había hecho desde los 71 kilogramos. En cambio, para este combate he tenido que estar a dieta durante seis semanas. Es duro bajar tanto peso, pero hay que ser profesional y cumplir.

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Suele viajar mucho durante los campamentos de preparación. ¿Dónde ha estado en esta ocasión?
—Esta vez no me he podido mover tanto por culpa de unas lesiones que he tenido estos meses. He tenido que quedarme más tiempo en Menorca, pero igualmente me he preparado a la perfección gracias al equipo que tenemos aquí. El Levium Armorum Team no para de crecer. Aunque no he ido a Sevilla, como siempre me gusta hacer, estoy en constante contacto con Enrique Wasabi, quien me ayuda mucho en mis preparaciones. Tampoco he ido a Madrid porque Hecher y yo no hemos podido coincidir. No obstante, he viajado mucho a Barcelona para hacer sesiones de sparring con gente diferente a la que hay en la Isla.

El combate es por un cinturón. Eso significa que es a cinco asaltos. ¿Cambia la estrategia respecto a las otras peleas?
—Totalmente. No sé quién inventó las peleas de MMA a cinco asaltos, pero eso es una maratón (risas). Es un cambio drástico. Es fundamental saber dosificarse, porque sino se te puede hacer la pelea muy larga en el cuarto y quinto asalto. Ahora estoy en un punto en el que me he conseguido adaptar. Aquí la estrategia gana más importancia aún para evitar desfondarse durante el combate. Encima, en esta categoría suele haber menos nocauts, hay más ritmo y, por tanto, necesitas todavía más resistencia cardiovascular que en las otras categorías.

En el mismo evento competirá su amigo Ignacio Capella. ¿Qué significa eso para usted?
—Para mí es algo increíble porque Ignacio y yo nunca hemos peleado en el mismo evento. Si miro hacia atrás, pienso en que empecé a entrenar en esto hace diez años y él fue quien me introdujo en este deporte. Es mi compañero de equipo y mi amigo. Él estará en mi esquina, junto a Ray Boixader, Eloy Blanco y, si es posible, también estará Mattia Giordano. En principio, también estaré yo en su esquina porque Ignacio pelea después de mí. Es muy bonito que podamos coincidir en el mismo evento, en España y luchando por los primeros cinturones de la historia de WOW. Si saliese todo bien, sería algo fantástico para el equipo, para la Isla y también a nivel personal. Además, ganar estos cinturones nos abriría muchas puertas y nos pondría en una posición muy buena.

Imaginemos que todo sale bien y esos dos cinturones vienen a Menorca. ¿Qué pasaría después?
—Desde WOW nos dicen que podría suponer una oportunidad en el Dana White’s Contender Series, que es la pelea previa para lograr un contrato con UFC, o dar el salto hacia las mejores promotoras del mundo. Además de que implicaría un aumento de dinero. Sin embargo, a mí no me gusta mucho estar pensando en esas cosas y me centro únicamente en ganar mi próxima pelea. Después ya se verá todo lo demás. También tengo que ver como me siento en esta categoría para saber si continuar en el peso mosca o, de lo contrario, volver al peso gallo. Todo dependerá de cómo me sienta mental y físicamente.