El entrenador del Avarca, Bep Llorens. | Josep Bagur Gomila

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A una jornada para dar carpetazo al 2017, el Avarca de Menorca ha asumido que no será cabeza de serie en la Copa de la Reina pero a la vez, aplaude el hecho de regresar al torneo del KO y además hacerlo en el tercer puesto actual de la clasificación y con la cúspide de la tabla en un puño y más apretada que nunca. Pese al tropiezo ante Alcobendas, si las de Bep Llorens vencen en Barcelona el sábado, cerrarán año en disposición de arrancar la segunda vuelta con las opciones intactas de acabar en los Play off.

Pendientes ahora de ver su posición final en esta primera vuelta para conocer al rival de cuartos de final en la Copa de la Reina 2018– la cual volverá a celebrarse en la isla de Tenerife bajo la organización del CV Haris en el próximo mes de marzo–, en el Avarca hacen auto crítica por su irregularidad y falta de continuidad ante Alcobendas. Llorens, en referencia a los tres últimos tropiezos consecutivos en el Pavelló, busca explicaciones y habla de 'miedo escénico'. «Quizás en esta última derrota ante Alcobendas y en el momento que nos vino, con un poco más de obligación de tener que ganar y estando cerca de cotas muy elevadas, tal vez sí pudo pesarnos un poco. Yo fui el primero en advertir al equipo que debíamos batallar el segundo puesto», reconocía.

El técnico, que aplaude encontrarse ahí batallando por estar arriba, ya avisa que el encuentro ante el Barça «será muy importante de cara a pensar en entrar en Play off. Volver a ganar sería el colofón a una gran primera vuelta y un pequeño cojín de cara a estar entre los cuatro de arriba». A parte, Avarca conocerá este sábado su emparejamiento en los cuartos de la Copa de la Reina de Tenerife.