La portuguesa Neusa Neto, importante este sábado en la victoria de las menorquinas en casa | Sergi Garcia

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Cinco semanas hacía que el Avarca de Menorca no saboreaba las mieles del triunfo, desde el 9-F, ante el Cajasol. Este sábado las menorquinas se quitaron ese peso de encima que arrastraban desde Logroño y la Copa de la Reina y se dieron un regalo, ante su afición y ante un ESD Elche que vino a intentar complicar las cosas, jugándose la vida en la Isla. Un triunfo de las jugadoras de Bep Llorens que mantiene las mínimas opciones aún de entrar en Play off, a pesar de lo compleja de la misión.

En plena revolución en el equipo Llorens volvió a salir de inicio con las tres centrales, Sabrina Müller, Neusa Neto y ‘Kats’ Hruska, haciendo de opuesta y en uno de sus mejores encuentros en Ciutadella. Un primer set con la capitana Noelia Sánchez de abanderada, igualado ante las ofensivas de la visitante Priscila (23p) y que llegaría a la orilla con 25-19. Parecía que la cosa iba encaminada y que el Avarca jugaba más suelto, quitándose las penas acumuladas de las última semanas. Sin embargo, la segunda contienda– con Llorens rotando y mucho al equipo y dando entrada ya a todo su arsenal–, revertiría el electrónico con el 1-1, para desespero de la parroquia ciutadellenca y del propio cuerpo técnico local. Apático y desaparecido, el Avarca recibía el 8-14, hasta un 12-19 que no gustaba a nadie, merodeando de nuevo los fantasmas en el Pavelló.

Westergaard... Y se acabó

Pero ahí estaba la argentina, autora de 23 puntos, para decir basta y echarse al equipo a sus espaldas en los dos últimos sets, secundada por ‘Noe’, momentos de Neto y Hruska y la aparición de Alba Cardona, esta jornada una de las ‘damnificadas’.

En el tercer set se llegaba ya al 19-13, en los momentos más plácidos de las locales, con la directa puesta para no dejarse sorprender más ante un Elche que viendo como las locales bajaban su error, empezaba a poner los pies en el suelo. Más, cuando en el cuarto set, las de Llorens no harían más que corroborar su reacción al 1-1. Alba omnipresente en ataque y el servicio de Westergaard, demasiado para el rival.