La ex Avarca, Rocío Gómez, en la red intentando batir a Benedito y Westergaard, el sábado. | Fotos Valerio

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Mucho más que dos puntos se dejó este pasado sábado el Avarca de Menorca en el Pabellón Gran Gaby de Socuéllamos, feudo del CV Kiele. La condensación de una instalación cerrada, repleta de público y sin climatización hizo que la pista por momentos se convirtiera en una auténtica pista de patinaje, con caídas que se fueron sucediendo y con la peligrosidad de una lesión grave, hasta que a mediados del cuarto set, se decidía parar el partido durante diez minutos y abrir las puertas, para que secara y poder continuar. El resultado de jugar en una pista que resbalaba y provocaba continuas interrupciones, regresar a la Isla con un solo punto y lo que es peor, con cuatro de las componentes del equipo de Bep Llorens entre algodones.

El pésimo estado de la pista del polideportivo de Socuéllamos supuso importantes efectos colaterales en la plantilla menorquina, puesto que Llorens regresó con hasta cuatro jugadoras con algún tipo de problema físico, causado por el esfuerzo extra y tensión muscular: Maira Westergaard y Renata Benedito con problemas de gemelos y Noelia Sánchez y Wanda Banguero, en las rodillas. Unas lesiones que como el propio técnico ciutadellenc reconocía ayer a este diario, «en principio», no evitarán que este sábado estén en el ‘partidazo’ del Pavelló Municipal de Ciutadella ante el IBSA Las Palmas. Eso sí, por el momento, estos contratiempos físicos de parte de la columna vertebral del Avarca han condicionado el inicio de semana en los entrenamientos, en vista al choque de esta próxima jornada, en el que Las Palmas pondrá a prueba la permanencia en la prestigiosa segunda plaza del equipo local.

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