La bermellón Cris Llorens volvió a estar sensacional en momentos delicados del Avarca; en la imagen, superando la red gallega | Manolo Barro

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Choque de connotaciones especiales este sábado en el Pavelló para el Avarca de Menorca. Era el primer encuentro de liga, el primero en casa además de la nueva plantilla tras una pretemporada completa fuera de la Isla y, encima, ante su bestia negra la pasada temporada, Emevé Lugo. Un mal de ojo gallego que, por poco, no se prorroga en este curso, si no es por la brillante remontada a base de fe de las bermellones, cuando perdiendo 1-2 y con 6-10 en contra en el ‘tie break’, tiraron de épica y de Wanda Banguero (10) para vencer y crear el éxtasis (3-2).

Empezó muy intermitente el encuentro ayer y empezó mandando el cuadro local hasta el 9-5, guiadas especialmente por Maira Westergaard. Pero reaccionaban las gallegas, con una gran efectividad en el ataque, hasta ponerse con un inquietante 11-12, después que Bep Llorens buscara la reacción de las suyas, con un tiempo muerto. Los errores en recepción de las locales entraron el miedo y el Lugo se creció en la red, en un set a cara de perro. Se ponían 13-15, bloqueaba Iva Pejkovic en su debut en Ciutadella y con tres atacantes en pista Llorens, Lugo se marchaba hasta el 16-20 en el servicio directo.

Estaba difícil este primer set para el Avarca. Más si la red gallega bloqueaba a Wanda Banguero, muy vigilada (17-22). Rival muy duro en ataque que no dio opciones, hasta el 19-25, tras fallar de nuevo en el servicio María Barrasa.

Debía mejorar mucho el Avarca para ganar dos años después al Emevé Lugo. Y lo hizo, empujado por el púbico y gracias a una gran Cris Llorens, bien secundada por la central serbia, hasta marcharse 8-4, con tiempo muerto visitante. Mejores sensaciones pero Lugo ha mejorado y Gimena era un mal sueño para las locales, acercándose a 8-7. Cogía velocidad el Avarca y mejoraba atrás para mandar con rotundidad hasta el 16-9, entrando en juego la opuesta Sara Folgueira, pese a lo tapada que estaba Westergaard (16-11). Con la capitana argentina en el saque Lugo le tenía estudiada la intención pero Pejkovic estaba ahí para ejercer de veterana. Una nueva falta de rotación visitante dejaba en bandeja el set a las locales con el 22-15, hasta el 25-15 de Wanda Banguero, que entró por ‘cuatro’ para sentenciar e irse al descanso con mejores vibraciones.

Parecía que seguía la dinámica local en el tercer set (4-2) pero fue un espejismo ya que, pese a los bloqueos de Pejkovic, regresaban los fantasmas al Pavelló con el 8 a 11 que paraba Bep Llorens. ‘Gomi’ se ponía las pilas ante el vendaval visitante (10-11). Las cosas cogían de nuevo muy mala pinta, con el Avarca cabizbajo e incapaz de superar a un Lugo crecido y guiado por sus internacionales. Un preocupante 11-17 gallego obligaba de nuevo a Llorens a pedir tiempo muerto, viendo que el set y el primer punto ya se escapaban. Entraba Figueroa por Barrasa pero la sangría gallega no cesaba y el 13-20 ya era definitivo. Pesadilla de final de set para las locales, sin poder de reacción y 1-2 (15-25). Cuarto set equilibrado en su inicio en el Pavelló, con el encuentro en un pañuelo. Tras mucha igualdad, por vez primera se ponía por delante 12-11 pero con más corazón que convicción. Sin estar cómodo, Avarca aguantaba y entre tensión con los colegiados, se crecían de nuevo las locales con bloqueo de Cris y de nuevo Pejkovic (18-14). La contienda debía ser local y entre Wanda y la serbia se ocuparon de sentenciar, primero con el 23-20, hasta 25-23, con un Lugo por momentos aturdido.

Llegaba en lancha el Avarca al quinto set. Un regalo, visto lo visto. Sin embargo, las gallegas estaban finas y en un abrir y cerrar de ojos se veían 6-10 en el marcador y con todo de cara. Lo entraban todo y encima Avarca, noqueado. Pero Cris mandó la reacción (10-10), respondida por Lugo en la red bloqueando, al 10-12. Barrasa echaba fuera el saque (11-13) y, entre nervios, Wanda giraba el ‘match’ y Westergaard ponía la puntilla.