La ciutadellenca Alba Cardona, a la izquierda de la imagen, junto a su actual pareja de competición en los circuitos de volei playa

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Al finalizar la temporada 2019-20 y después de dos temporadas en el Avarca de Menorca de la Liga Iberdrola en su segunda etapa en la Isla, la jugadora de Ciutadella, Alba Cardona, anunciaba que aparcaba temporalmente la competición profesional y renunciaba a algunas ofertas interesantes de Superliga Femenina 1 y 2, para centrarse en sus compromisos profesionales y personales; y en el voley playa, su otra gran pasión. O sea, que después de un largo periplo de más de una década en la élite del voley profesional español, Cardona ha protagonizado su primer curso en blanco, este 2021-22. Y como señalaba este jueves a «Es Diari», lleva camino de– como mínimo–, iniciar una segunda temporada de voley pista sin vestirse de corto; al menos, por ahora.

Una vez más, su caso pone de manifiesto el problema al que se enfrentan las deportistas de élite de un perfil raso y sin ser súper estrellas, que deben ir labrándose un futuro inminente académicamente, lo que las lleva a muchas a abandonar en edades prematuras. En Menorca ya hemos vivido algunos casos, como la ex Liga Iberdrola, Clara Canet o el de hace unos días de Valentina Stenta, entre otros. Y Alba Cardona, una jugadora consagrada en la Superliga 1 que, sin embargo, tiene ya el voleibol en un segundo plano; también, en principio, para la siguiente temporada 2022-23. «He dicho que no ya a varias ofertas en este mercado de verano, tengo demasiados proyectos en mente ahora, entre mi trabajo, la marca deportiva ‘Love it’, la amplicación en mis estudios o el propio voley playa», manifestaba ayer, desde Barcelona, la opuesta menorquina. «No es que me retire definitivamente, es un impás y quizás en el mercado de invierno, depende de cómo lleve mis proyectos, me animo», dejaba entrever.

Con interés real de varios equipo de la división de oro y de plata en contar con la ciutadellenca en pista, abundaba Cardona que, por ahora, «el tiempo no me da para más», prosigue, ahora en plena competición de voley playa en campeonatos Madison y del Tour catalán. La ex Avarca está jugando actualmente con Elena Biosca de pareja, pese a que va alternando, en función de disponibilidad, defendiendo los colores de patrocinio del Club Volei Praia Vigo. Una Alba Cardona que en el ranking catalán individual es la número 15 y que, en parejas siempre se mueven entre el bronce o la cuarta plaza.

Inferioridad de condiciones

Cardona, después de unos años de peregrinaje entre el Haro Rioja y el CV Sant Cugat, en Superliga femenina, regresaba hace tres temporadas al Pavelló Municipal de Ciutadella, reclamada por Bep Llorens y llegando ya como una jugadora curtida en Liga Iberdrola y polivalente. La menorquina acumula una década ya en la máxima categoría del voley español, a caballo entre la profesionalidad y semiprofesionalidad. «En el deporte femenino, o destacas mucho o no puedes vivir. De hecho, muchas jugadoras tienen que estudiar mientras juegan, para después poder trabajar o jugar fuera de España, lo que significa que eres muy buena y has tenido la oportunidad de salir. Es complicado y triste», lamenta, Cardona.