Westergaard, en el Sports Centrum, intentando superar a las torres del Prostĕjov | Radek Vána

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«Hemos vuelto orgullosos al primer nivel y no queremos parar. Hemos dado el empujón que deseábamos todos». Con estas palabras en su cuenta de Twitter, el técnico del Avarca de Menorca, Bep Llorens, expresaba su doble emoción, tras la eliminación de este miércoles en la República Checa, en la pista de un superior, VK Prostĕjov. Tristeza por quedar eliminadas y no acceder a cuartos de final de la CEV Challenge Cup y, paralelamente, sentimiento de orgullo por volver a colocar al primer equipo femenino del CV Ciutadella en la élite nacional e internacional, emulando los cursos 2010 al 2012 de las dos Superligas.

De regreso a casa y con el jueves libre por delante —antes de entrenarse la mañana de este viernes en el Pavelló y viajar por la tarde a Gran Canaria para vérselas en Liga con el modesto Heidelberg –la capitana del Avarca, Maira Westergaard, dio la cara en «Es Diari». En la línea de lo argumentado por Llorens en sus redes sociales, a lo que añadió a este diario que «hemos estado como en los mejores tiempos del club», la argentina subrayaba que el simple hecho de estar en Europa, «ha sido un gran paso, en uno de los mejores momentos. No es fácil y el club lo ha logrado y este año apuntamos muy alto y a seguir haciendo historia», exclamaba la atacante.

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Invictas este año en casa por ahora, «somos segundas en Liga pisando los talones al líder y ganándole en Gran Canaria. Estamos haciendo historia, daremos que hablar y entiendo el orgullo de Llorens. Queremos tener en lo más alto al Avarca y nos quedan la Copa de la Reina, Liga y los Play off», abundaba, Westergaard, mujer ya de club. «En lo personal estoy contenta por el CV Ciutadella, se lo merecía; y encima orgullosa siendo capitana. Claro que quería seguir, pero son equipos duros en Europa y ante estas potencias es difícil», argumentaba. Es más, individualmente, se ha visto en «uno de mis mejores años físicamente», contenta y agradecida al club y dispuesta a seguir por cotas más altas. «Ojalá el club quiera seguir con retos como éste, con el Pavelló siendo una bombonera y Menorca de nuevo en lo más alto. Me siento orgullosa y agradecida por la gente que siempre nos ha estado apoyando. Ha sido histórico volver a Europa», repetía la argentina.

Día después de Westergaard

Westergaard, de avión en avión, buscaba explicaciones a lo sucedido en Prostĕjov, sobre todo en los dos fatídicos primeros sets, «en los que ellas estuvieron a un gran nivel, cómodas, como ya intuíamos. Fueron sets duros, sin dejarnos entrar en juego– con su bloqueo espectacular–, y ellas a tope. En el tercero recuperamos sensaciones, de cara al Set de Oro, muy disputado. Meritoriamente nos recuperamos y plantamos cara a un gran equipo. Se igualó el juego al final».

Un Set de Oro, para Westergaard, «en el que nos recuperamos de un difícil 1-4 inicial, igualando 10-10, donde vimos posibilidades reales de poder ganarlo. Al final fue muy peleado como lo demuestra el 15-13; supimos reaccionar y hacer un Set de Oro de calidad, por lo que dejamos la República Checa con estas sensaciones. En casa nos cayó en nuestro lado y allí para ellas y es muy positivo habernos igualado en el juego en el tramo final», cerró.