Una caja de resonancia de la realidad de la vida en la Isla

Antes de atender a la conferencia ofrecida por Hernández, bajo el título de «Reflexiones sobre la crisis de la enfermedad causada por el virus del ébola», Orfila se dirigió a los asistentes para ofrecer su discurso inaugural. En el mismo, recordó que si en el campo profesional eligió ser arqueóloga «fue porque me interesa la vida», una argumentación que a su juicio es válida también para explicar su implicación, en el plano de la sociedad civil, en el Ateneu.

Sobre el momento que vive actualmente la entidad, recuerda que ésta se sostiene gracias a una base social integrada por cerca de 600 socios, una cifra con la que el Ateneu no se conforma. «Aspiramos a más», reflexiona Orfila, quien añade además que la intención que tienen es ir más allá del lema de las asociación, que utiliza las palabras científico, literario y artístico, para en el plano social «entrar en contacto con la realidad de la sociedad menorquina... Queremos ser una caja de resonancia», añade.

Orfila, que lleva dos años al frente del Ateneu y que renovó por otros dos su cargo el pasado junio, se define como «una ateneísta con mucha curiosidad por la vida». En lo que se refiere al plano económico, señala que «vamos sobreviviendo» en una época en la que tras la burbuja, tanto en la entidad como en la sociedad en general, «estamos viviendo ahora la realidad». En ese sentido, destaca la implicación con sus aportaciones de algunas firmas privadas de la Isla.

En definitiva, su presidenta define el Ateneu como una entidad muy dinámica, con una agenda de actos muy completa y muy adaptada a los nuevos tiempos que corren, con una presencia cada vez mayor en internet y en las redes sociales para intentar acercarse más a la población.