Vinceneux, ayer en la Sala Xec Coll, durante los preparativos de la muestra que inaugura este viernes. | Sergi Garcia

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«En Menorca he encontrado el placer de nadar con gafas y aletas, he reconocido los paisajes submarinos de la costa del Mediterráneo, en el sur de Francia, donde buceé cuando era niño». El mar siempre ha sido una gran pasión del fotógrafo galo Bernard Vinceneux, una temática artística con la que, no obstante, no comenzó a trabajar hasta que se instaló en la Isla, donde recaló hace cinco años.

Fue entonces cuando empezó a explorar ese medio pero desde una perspectiva diferente: «Ese espacio de transición entre el agua y el aire, y siempre a la altura de mis gafas de buceo, entre dos aguas», explicaba ayer mientras seleccionaba en la sala Xec Coll las obras que formarán parte de su nueva exposición, titulada «Del otro lado del espejo» y que se inaugura esta tarde a las 20 horas. La cuestión es que, por problemas de espacio, la muestra no estará al completo en Ciutadella, tal y como este pasado verano se ha exhibido en Nantes. Eso sí, habrá una colección de imágenes que, además de compartir enfoque, cuentan con otro elemento en común: todas ellas han sido disparadas en aguas menorquinas.

Explica Vinceneux, quien tan solo había expuesto en Menorca en una ocasión anterior, en Es Castell, que la superficie es «como un espejo» en el que las imágenes pasan de un lado a otro. El fotógrafo dice que «juega con los reflejos» y que a veces los paisajes resultan «distorsionados» por diferentes elementos, como por ejemplo las gotas de agua sobre el cristal de su carcasa hermética. «El mundo de estas fotos parece estar algunas veces en 'El país de las maravillas'», resume.

El artista francés, ingeniero de obra civil ya jubilado, se inició en el mundo de la fotografía desde muy joven. Entre los trabajos más destacados recientemente figura el reportaje, editado en formato de libro y al que dedicó dos años, sobre las obras de reforma del Museo de Bellas Artes de Nantes. «Me gusta mucho la fotografía, pero siempre vinculada a un tema principal sobre el que trabajar», confiesa Vinceneux.