Uno de los momentos de la especial gala lírica que se celebró ayer en el Orfeó. | Gemma Andreu

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Tarde emotiva la que se vivió ayer en el seno del Orfeó Maonès. Y es que justamente hace diez años se levantaba el telón del nuevo teatro de la centenaria entidad cultural, en la calle Verge de Gràcia, después de que abandonará su antigua sede, en el Pont des Castell. Una mudanza que abrió un amplio abanico de posibilidades artísticas, de las que han hecho buen uso durante los últimos diez años y que a la postre ha significado un gran impulso para la asociación cultural.

Numeroso público no quiso ayer perderse la oportunidad de ser testigo de la celebración de «un concierto lírico extraordinario», tal y como lo calificaron desde la organización. Una cita que contó con la participación del barítono Carlos Daza, el tenor Vicenç Esteve y la soprano Maria Camps, un trío de voces que además disfrutó del acompañamiento al piano de Marlén Coll.

En el emblemático espacio escénico sonó un repertorio integrado por conocidas obras de géneros como la ópera y la zarzuela. Como detalle curioso, cabe citar la recuperación de un trozo de la zarzuela con la que se inauguró el espacio, el «Himne a Menorca» de «Es tresor d'Albranca».

Uno de los momentos de la especial gala lírica que se celebró ayer en el Orfeó. l FOTO GEMMA ANDREU