El estadounidense marcó al contrabajo el ritmo de su banda en el Teatre Principal | Javier Coll

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El Festival Internacional de Jazz de Menorca sigue imparable en la celebración de su 20 aniversario. Una conmemoración a la que pusieron otro broche en la noche del pasado viernes con el concierto ofrecido por el músico norteamericano Kyle Eastwood, otra sesión memorable de buen jazz. Una propuesta que de nuevo consiguió conectar con el público, y que logró congregar en el histórico escenario mahonés a algo más de medio millar de personas. Una entrada que sigue sumando puntos para que el «Menorca Jazz» bata todos los récords de asistencia de sus dos décadas de historia, con dos conciertos en los que se vendió todo el papel y otros dos en los que se rozó el lleno.

Eastwood, hijo del legendario actor y director de cine Clint Eastwood, un gran amante de la música, quien llevó al celuloide la biografía del saxofonista Charlie Parker en «Bird», ofreció en el Principal un concierto muy potente. Arropado por su banda, Kyle intercaló la interpretación del contrabajo y el bajo eléctrico en una actuación que destacó por los distintos ritmos que la marcaron. Empezó la noche con brío y fuerza para progresivamente ir rebajando el ambiente hacia un tono más intimista. El recital giró principalmente en torno a la presentación de su último trabajo discográfico, «In transit», publicado a finales del pasado año.

Hubo también momentos para homenajear a otros artistas, como por ejemplo hizo con una versión de Charles Mingus o poniendo un toque cinematográfico a la velada con la melodía compuesta por Ennio Morricone para «Cinema Paradiso». En el tramo final del concierto, Eastwood recuperó la energía de los primeros momentos de la noche para cerrar uno de los grandes recitales del festival. Una cita que inicia una pausa en los espectáculos estrictamente musicales para dar paso a la celebración el próximo fin de semana del segundo Menorca Lindy Exchange con el baile como protagonista.