Una de las salas de la Albert Camus, en Sant Lluís, acogió la inauguración de una variada muestra artística | Javier Coll

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No Borders sigue creciendo. A medida que el proyecto de arte social y solidario se va moviendo por diferentes puntos de la geografía, también va aumentando el número de artistas que se apuntan a la causa. Hasta tal punto que en su regreso esta semana a Sant Lluís, el lugar donde justamente hace ahora un año nació la iniciativa, son 328 los artistas que han prestados sus trabajos. Según explican desde la organización, posiblemente estemos ante la exposición colectiva más grande entre las que se han organizado en la Isla.

Una extensa colección de piezas, de procedencia variada y no pocos estilos creativos, cuelgan desde este jueves de la pared de una de las salas del centro polivalente Albert Camus, un espacio donde se podrá disfrutar de la oferta artística hasta el próximo domingo. Cabe recordar que lo que allí se exhibe son reproducciones digitales de las obras originales.

Cada una de las piezas se vende al precio de 5 euros con el propósito de recaudar fondos que se destinarán a diferentes proyectos de ayuda a inmigrantes y refugiados. Esta iniciativa gestada desde sus comienzos por la plataforma Benvinguts Refugiats Menorca colabora activamente con cuatro entidades: No Name Kitchen, València és Refugi, Oli Mazi y Proactive Open Arms, cuyo fundador y presidente, Oscar Camps, participó como invitado en la edición que el mes pasado celebró el programa en Barcelona.

«No Borders quiere convertirse en un facilitador de entendimiento para generar y desarrollar una red de vinculaciones para la defensa y el compromiso de atención y acogida a los refugiados», recuerdan desde la organización. Es por ello que más allá del plano artístico y la recaudación de fondos su programa se centra también con la organización de debates y programación de documentales, herramientas que igualmente utilizan para sensibilizar.

Tras la inauguración de la muestra, que por la mañana ya había sido escenario de una actividad educativa con los más jóvenes, la sala Albert Camus acogió un coloquio en el que migrantes residentes en la Isla contaron sus experiencias. El programa de actividades continúa en Sant Lluís hasta este domingo.