Ponentes y público acabaron debatiendo en la sala de Sant Lluís sobre la vigencia y la pertinencia de la rebelión camusiana | Gemma Andreu

TW
2

La lucha de los oprimidos como una necesidad «extrema», los límites de la rebelión ciudadana y la rebeldía constructiva son algunos de los conceptos inspirados por Albert Camus que protagonizaron la jornada inaugural de las Trobades Literàries Mediterrànies, que comenzaron este jueves en Menorca.

Sant Lluís, localidad menorquina en la que nació la abuela materna del autor de «El extranjero», acoge desde este jueves y hasta el sábado a una treintena de escritores, intelectuales y artistas de países mediterráneos que reflexionan sobre la vigencia del pensamiento de Albert Camus y, en concreto, de su idea de «rebeldía».

Sandra Maunac, directora de las Trobades, recordó cómo el proyecto de estas jornadas fue ideado por el exministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, en las que se pretende restituir el legado del pensamiento del Premio Nobel para que su espíritu de rebeldía aporte nuevas miradas a la actualidad.

Un pensamiento que se convierte en «absolutamente necesario en un mundo donde prima lo que divide» y que debe servir de «balizas y salvavidas», según indicó Maunac, que explicó cómo esta cita «camusiana» quiere reivindicar los caminos de la rebeldía contemporánea, una rebeldía «constructiva frente a la dramática situación del mundo».

Primeros ponentes

Los escritores Erri de Luca (Nápoles, 1950) y Cristina Morales (Granada, 1985) fueron los primeros «rebeldes» en intervenir en esta jornada.

«No somos honradas, proponemos el conflicto», defendió la escritora granadina Cristina Morales, ganadora del XXXVI Premio Herralde de novela con su obra «Lectura fácil», y quien criticó las propuestas políticas a favor de los desahucios, las leyes antiokupas y la «criminalización de la pobreza».

Igualmente arremetió contra los «miserables debates electorales» que, dijo, «son partidas de mus donde en vez de habas se juegan retóricas sobre soluciones, ripios con temáticas solucioneras que no sirven porque no cuestionan las causas de la desigualdad».

Porque, sostuvo, «cualquiera que okupe se atreva a desafiar la desigualdad y es responsable de romper la buena convivencia, que es sinónimo de paz social, y que no es sinónimo de paz genuina».

«Paz social es sinónimo de pacificación, de acallamiento e invisibilización de los conflictos», ha recalcado esta escritora, para la que «plantar cara es proponer conflictos».

En ese contexto y atendiendo a la consideración de destructivas las posiciones anarquistas y antisistema, Morales explicó que «sí, somos destructivas si robamos una cuña de queso en el supermercado», ya que así demuestran estar en contra del mercadeo de productos. Y son movimientos igual de destructivos los boicots a desfiles de ropa interior, porque eso supone ir contra los cánones establecidos; o casarse con otra persona para que consiga papeles, porque así se constata las políticas «racistas»; o hacer graffitis en la fachada de un banco, porque denuncia los abusos de la banca.

Hoy, más

Las II Trobades Literàries Mediterrànies Albert Camus continúan hoy a partir de las 9.30 horas en la sala que lleva el nombre del Nobel de ascendencia menorquina. Asisten a estas jornadas treinta invitados de once países, como los escritores Tahar Ben Jelloun (Marruecos) o Haifa Zangana (Irak), los pensadores Elias Sanbar (Palestina), François Cheval (Francia) y Pedro Olalla, los cineastas Amos Gitai (Israel) y Jihan El Tahri (Líbano), y los artistas Alfredo Jaar (Chile), Zineb Sedira (Argelia), Isabel Muñoz (España) y Jacques Ferrández (Francia), son algunos de los participantes en las jornadas.

Además, las Trobades cuentan con la asistencia de un grupo de especialistas en la vida y obra del escritor franco-argelino, encabezados por la presidenta de la sociedad de estudios camusianos Agnes Spiquel.