Los músicos empezaron a ensayar juntos, en diferentes grupos, a principios de esta semana | OCIM

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Hacía tiempo que algunas voces en el seno de la Orquestra de Cambra Illa de Menorca (OCIM) proponían montar un espectáculo diferente, algo relacionado con el mundo de séptimo arte. La idea fue tomado forma poco a poco hasta que se decantaron por poner música a un clásico del cine mudo de Charles Chaplin, «La quimera del oro», considerada una de sus obras más célebres.

Después de no pocas gestiones para hacerse con los derechos, tanto de la banda sonora como del filme, la orquesta lo tenía todo a punto para estrenar el espectáculo la pasada Semana Santa, pero la pandemia trastocó todo los planes.

El final del confinamiento abrió la puerta a recuperar el proyecto, inicialmente planificado para interpretarse en salas de cine y que ahora se ha adaptado para el aire libre. Una versión reducida de la orquesta, tal y como estaba previsto inicialmente, con 15 músicos a las órdenes del director artístico, Francesc Prat, interpretará la próxima semana en Maó y Ciutadella la música que Chaplin compuso para la película por la que siempre dijo que quería ser recordado.

«La partitura es muy bonita, pero también muy complicada», reconoce la presidenta de la OCIM, Esther Pons quien como primer violín estará tocando prácticamente sin respiro durante la hora y media que dura la proyección.

Pero el reto, parece que va más allá. Los miembros de la orquesta no ensayaban juntos desde la pasada Navidad, periodo al que pusieron fin a principios de esta semana con sesiones parciales. «Volver a tocar juntos ha sido algo muy emocionante, se agradece», apunta la presidenta. Los 15 músicos tenían previsto realizar este sábado el primer ensayo conjunto, aunque cada uno en casa ha trabajado individualmente con una copia del filme para acoplarse a su tempo.

Otros proyectos

Todo parecía indicar que 2020 iba a ser un año prácticamente en blanco, pero al final, si la nueva normalidad resiste, podrán salvar la temporada. Con los conciertos homenaje a Beethoven que estaban programados para los festivales de verano organizados por Joventuts Musicals de Maó y Ciutadella descartados por ser demasiado grandes, la OCIM se mantiene en ambas citas con propuestas más reducidas, como el espectáculo sobre la historia de la danza que ofrecerán a finales de agosto.

Y aún quedan más planes por delante, uno de los cuales hace especialmente ilusión a la orquesta, una producción propia, con música de Francesc Prat, que adapta el cuento de Elmer, espectáculo enmarcado dentro de su programa de música en familia para el otoño. Para acabar un año atípico, la idea es trabajar en el clásico concierto de fin de año, que si es posible estará dedicado a Beethoven.

Dos conciertos.

El primero será el lunes 20 de julio, a partir de las 22 horas, en el Claustre del Carme de Maó.

El recital de Ciutadella será en el marco del Festival de Pedra Viva, el miércoles 22, a las 21 horas en las canteras de Líthica.