Meléndez, Tobias y Mezquida en una foto promocional. | MIREIA MIRALLES

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Raro es el año en que Marco Mezquida no lanza unos cuantos álbumes al mercado. 2020 está siendo un año diferente en el plano artístico, pero aun así el pianista menorquín ha tomado parte en hasta seis discos. Dos de ellos como líder: al muy buen recibido «Live in Tokyo» junto a Sílvia Pérez Cruz, se suma desde este viernes otro proyecto muy personal con la publicación de «Talismán».

Se trata este último de un trabajo para el que ha compartido estudio de grabación con el violonchelista Martín Meléndez y el batería Aleix Tobias. Dos viejos conocidos de Mezquida, con los que forma un trío en activo desde 2017, el año en que firmaron su primer trabajo discográfico en conjunto, «Ravel’s Dreams», un disco que han paseado por un buen número de escenarios. «En todo este tiempo nos ha dado muchas alegrías», confiesa el mahonés, quien relata que sentía la necesidad de dar «continuidad» a la historia de ese trío.

Un planteamiento musical aquel del que ahora se alejan para adentrarse en nuevos territorios. El propio Mezquida se ha encargado de la composición de diez de los once temas de «Talismán», que se completa una canción popular. «Son composiciones para las que me he inspirado en la rica paleta sonora y profunda musicalidad de mis compañeros de viaje, y estamos muy contentos con el resultado», avanza el pianista.
Tal y como acostumbra a hacer en los proyectos que lidera, Mezquida se ha centrado en «explorar otros registros sonoros». Una actividad en la que reconoce haber bebido de un buen número de influencias, un viaje que puede partir de la música ibérica para llegar hasta la de Turquía, pasando antes por la de Argentina o las bulerías, entre otras influencias. Un trabajo que como resultado es «un cóctel en el que cada uno de esos elementos no aparece tan definido», y que nace fruto de una filosofía marca de la casa, la de defender las propuestas con mucha libertad creativa y con su reconocida facilidad para la improvisación. «Forma parte de mi discurso», zanja al respecto el músico.

Sin en lo que se refiere a la producción musical el resultado ha sido notable un año más, no se puede decir lo mismo en lo que toca a las actuaciones en directo. La pandemia ha pasado factura a un artista acostumbrado a trabajar con una apretada agenda. Sin embargo, el hecho de ser partícipe en numerosos proyectos y con diferentes formatos ha jugado a su favor. Parece que la cosa tiene pinta de estar empezando a mejorar: «En los meses que vienen tengo bastante actividad», reconoce el artista, que ha aprovechado el parón de la crisis sanitaria para seguir componiendo y estudiando.