Tras tener que suspender su habitual asamblea general de socios el pasado mes de marzo como consecuencia de la pandemia, el Ateneu de Maó acaba de celebrar la cita pospuesta, con limitaciones de aforo y fuera de su sede –que actualmente sigue todavía en proceso de rehabilitación–, en la galería de arte Cayón.
Un encuentro que sirvió para renovar la junta directiva y confirmar que la actual presidenta, Margarita Orfila, seguirá al menos durante otros dos años al frente de la entidad. Sin embargo, se han registrado algunos cambios en el equipo directivo: dejan sus cargos como vocales Toni López Pons, José Luis Sastre Gardés y Lourdes de Olives, y entran como sustitutos Aurora Herraiz Águila y Joana Orfila Pons.
Durante el transcurso de la reunión se informó a los socios de la reactivación de las actividades de la entidad y de que estas tendrán continuidad o no en función de la evolución de las condiciones sanitarias. Cabe recordar que durante los últimos meses algunas de ellas han sido presenciales y otras en streaming.
En relación a las obras de reforma que se están ejecutando, se trasladó a los asistentes que estas «van a buen ritmo y se está a la espera de una finalización inminente». Según se recoge en el ejercicio de cuentas, se calcula que el coste final de la intervención rondará los 260.000 euros. Dado de que toda la actividad se ha retomado en el segundo piso, la entidad ha apostado por adoptar el lema de «obert per obres».
Por otra parte, se aprobaron los nombres que llevarán los tres nuevos espacios que resultarán del la obra de rehabilitación. Se mantendrán para dos de ellos los de otras dos antiguas dependencias, Fernando Rubió y Guillermo de Olives, y la tercera salá llevará el nombre de Feliciano Fuster.
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