Vaquer dirigiendo a los músicos de su ‘big band’ el pasado sábado en la Colàrsega del puerto de Ciutadella. | Bernat Casasnovas

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La edición número 24 del «Menorca Jazz» ya es historia. El festival, que arrancó a mediados del mes de marzo, cerró su programación este fin de semana con una doble cita en Es Claustre de Maó y en Sa Colàrsega del puerto de Ciutadella. El encargado de poner el broche final al evento fue el reconocido músico mallorquín Toni Vaquer al frente de The Voodoo Children Collective. Una big band de los tiempos modernos, en la que lejos del característico repertorio de swing en ese tipo de formaciones, aborda una propuesta mucho más actual, siempre enmarcada dentro del mundo del jazz, pero también cercana a estilos más rockeros, como invita a recordar el nombre de la agrupación, un guiño a una canción de Jimi Hendrix.

En Ciutadella abrieron fuego con su particular versión del «S.S. Golden Mean» de Wayne Shorter, para adentrase después en el repertorio propio de la banda, que tiene preparado ya el lanzamiento de un nuevo disco. Un concierto en el que Vaquer hizo gala de ese concepto rompedor que le define como músico, sin ningún prejuicio a la hora de abordar diferentes estilos.Al frente de una banda excelentemente compenetrada, el director    jugó cambiando el ritmo del concierto con cada una de las canciones que se fueron sucediendo.

Más allá de Shorter y las composiciones propias, hubo espacio también para un guiño a la música tradicional mallorquina interpretando el popular «Vou-veri-vou».

El «Menorca Jazz» se despidió, como acostumbra, con un concierto al aire libre, y con la vista puesta ya en una celebración especial para el 25 aniversario. Apuntan los organizadores que los planes pasan por recuperar, tras tres años de ausencia, el popular Picnic Vega Jazz.