Katja Loher, que actualmente vive entre Nueva York, Milán y Menorca, es la anfitriona de un proyecto con    vocación global

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Una exposición y una instalación artística en el marco de un espacio también abierto a la performance, además de a la ciencia, la música, la moda, las joyas moleculares y alguna que otra sorpresa. Esa es la propuesta del proyecto «Plankton Manifesto», que este sábado se exhibirá, entre las 20 y las 23 horas, en Sa Mesquida (Carrer S’Arenal Petit 1-7).

Estamos hablando de una iniciativa global que viajará por numerosos lugares del mundo y que en la Isla cuenta como anfitriona con la artista suiza Katja Loher, organizadora de un evento en el que también saldrá a la luz una nueva serie de video-esculturas y proyecciones al aire libre.

Explican sus responsables que estamos ante un movimiento «colaborativo y orientado al futuro basado en el arte, la conciencia y la empatía» en el que    autores locales e internacionales «manifiestan sus sueños a través de su conocimiento, especialización y experiencia compartiendo la visión y la misión de preservar la vida submarina».

Una de las creaciones del proyecto
Una de las creaciones del proyecto

El movimiento, reconocen, cumple con una importante tarea de los 17 Objetivos de Sostenibilidad de la ONU, específicamente en el contexto del objetivo 14 llamado «Vida Submarina». En ese sentido, recuerdan que el plancton sustenta los ecosistemas oceánicos, ya que es la base de la cadena alimenticia marina y produce una cantidad de oxígeno similar al de todos los bosques del mundo.

Tras residir en Estados Unidos durante 15 años, Loher vive actualmente entre Nueva York, Milán y Menorca. Con el propósito de configurar una base para el «Plankton Manifesto», ella y su equipo instalaron un laboratorio artístico en Menorca. Aquí están encargando proyectos de investigación y documentación «para hacer visible al ojo humano la belleza del plancton».

La nueva serie de Loher, compuesta por formas orgánicas, presenta una narración en forma de vídeo dentro de esculturas de vidrio. La artista colabora con un equipo de diseñadores, arquitectos, cámaras, compositores, actores, sopladores de vidrio y poetas. Con el fin de crear sus piezas, diseña, y luego dirige, las coreografías de baile mediante una pantalla verde con vista de pájaro en combinación con imágenes de la naturaleza.

Para dicha serie, Loher formó un diálogo entre los bailarines humanos y vídeos de microscopios proporcionados por la científica    Katja Peijnenburg. A través de sus instalaciones inmersivas «comunica su pensamiento sobre los peligros del Antropoceno, el tiempo geológico utilizado para describir nuestro periodo en la historia de la Tierra, cuando la actividad humana comenzó a tener un impacto significativo en el clima y los ecosistemas del planeta», recuerdan desde el colectivo.