La banda mallorquina NIta, la mañana del sábado en el Claustre de Sant Francesc | Javier Rosa

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Después de un largo fin de semana y cuatro jornadas de festival, el Cranc Illa de Menorca sigue sumando horas de música. El domingo, con la actuación del dúo chileno Emilia y Pablo en la galería Hauser & Wirth, se puso el broche a la sexta edición. Una fiesta de la que la organización, pese a los imprevistos surgidos (el mal tiempo y la cancelación de última hora de Temples) hacen «un muy buen balance». En palabras de Daniel Herbera, codirector del evento, se ha dado un paso más adelante.

Los números registrados este año invitan a seguir. La amenaza de lluvia ya fue un quebradero de cabeza el año pasado y este las precipitaciones obligaron a suspender los conciertos en Es Claustre del sábado. Sin embargo, todo apunta a que el festival no se moverá del calendario. Entrar en la temporada alta, con una mayor competencia festivalera, no encaja en los planes del Cranc, que apuesta por un formato más pequeño y cercano.

Según los datos facilitados, en el conjunto de todas las actividades de la sexta edición se sumaron 3.000 asistentes. La jornada del viernes, con el tirón de bandas como The Parrots, La Bien Querida y El Columpio Asesino, se llenó el aforo de Es Claustre, y lo mismo hubiera ocurrido al día siguiente de no haber sido por el mal tiempo.

El Cranc sigue así alargando su trayectoria al mismo tiempo que amplía el número de propuestas, con feria del disco incluida este año, y ubicaciones. Este año también organizaron actividades en la sala Akelarre, en el patio del Convent de Sant Francesc, en la Illa del Rei y el Teatre Principal para el concierto de presentación a principios de mes. Una fórmula que «cada vez se consolida más», asegura Herbera, y que ha tenido un impacto estimado en la Isla de 1,2 millones de euros, según apuntan desde la organización.