Paquito D'Rivera: «Tengo el mismo entusiasmo que cuando actué con siete años»

El músico y compositor Paquito D'Rivera ha recibido 18 premios Grammy en su amplia trayectoria musical como autor de un gran número de composiciones, que revelan sus amplios y eclécticos intereses musicales, que van desde los ritmos y melodías afrocubanos, incluyendo las influencias recopiladas en sus múltiples viajes, hasta sus orígenes musicales. A sus 76 años, el músico y arreglista, es un apasionado tanto del jazz, como de la música clásica, al mismo tiempo, y se ha convertido en una de las figuras destacadas de la música afrocubana y de los estándares del latin jazz moderno.

Llega a Menorca después de haber actuado en diferentes países.
—Es una gira muy variada, con dúos, tríos, y quintetos de jazz, el trabajo con Ángela Cervantes, la gran cantante y la orquesta sinfónica. La gira empezó en junio y hemos hecho conciertos en España, en Alicante, Valladolid, Madrid, también hemos estado en la ciudad italiana de Milan, en Eslovenia, con una orquesta sinfónica, una orquesta maravillosa.

Una gira agotadora, ¿no?
—Sí, luego fui dos días a Martinica, allá en el mar Caribe y regresamos para acá y ahora vamos a hacer este concierto, la verdad es que no me da tiempo para aburrirme, porque todos los días estoy en sitios distintos.

¿Cómo será el concierto de este noche en el Teatre Principal de Maó?
—Será una combinación de muchas cosas diversas. Pepe Rivera es un pianista muy versátil y trabajar con él nos da la oportunidad de hacer muchas cosas diversas. También nos acompaña un extraordinario vibracionista colombiano, que es Sebastián Laverde, y la cantante Ángela Cervantes que es muy versátil, puede hace muchas cosas diversas, música de jazz, música latinoamericana y, por supuesto, música ibérica.

¿Y con 76 años todavía tiene ganas de viajar por diferentes países para dar conciertos?
—Precisamente, estos es lo que me gusta hacer, viajar y dar conciertos. Mire, Chucho Valdés, el pianista cubano de jazz afrocubano, es mayor que yo, tiene 82 años y ese sí que no para, hace lo que le gusta, como yo.

¿Qué queda de aquel niño prodigio que fue usted que con 7 años tocó por primera vez en público?
—Queda lo mismo que era entonces. Yo tengo el mismo entusiasmo por mi profesión y agradeceré toda mi vida a mi padre por haberme brindado la oportunidad de pertenecer a esta profesión tan linda que tengo. Mi abuelo decía que cuando dejas morir al niño que tienes contigo, es mejor que uno se muera, hay que ser niño y mantener la ilusión por trabajar hasta el final.

¿Entonces su padre le introdujo en la música?
—Mi papá fue un saxofonista clásico, fue la persona que importó a La Habana los métodos del Conservatorio de París en el año 1943. Yo nací cinco años después y él había fundado el Conjunto Sinfónico de Saxofones más o menos en esa época. Bueno, él me enseño a mí a tocar el saxofón.

Y también toca el clarinete.
—Sí, indistintamente, toco uno u otro instrumento depende del repertorio. Por ejemplo, en el concierto de hoy tocaré los dos instrumentos. Entre otros temas, vamos a tocar un arreglo del segundo movimiento de la obra más representativa que se ha escrito para clarinete que es el «Concierto para clarinete en La mayor, K. 622», de Mozart. También habrá música balear.

¿Música balear?
—Sí, Ángeles Cervantes va a cantar algo típico de aquí, en una versión bastante jazzística. La canción se titula «Menorca», es de Joana Pons y yo la voy a tocar por primera vez en concierto, junto con el resto de músicos.

¿Habrá alguna sorpresa?
—Nunca se sabe realmente qué va a pasar en un concierto, de eso se trata la improvisación.

¿En qué país o países se siente más a gusto cuando da un concierto?
—Todos los países son distintos. A mi me gusta mucho trabajar en España, que es una de las principales fuentes de trabajo, porque aquí el público es muy variado. Por ejemplo, los catalanes son más reservados, los madrileños y los andaluces son más alegres, los gallegos son muy musicales. Lo único que es igual en España es la comida, es buenísima en todos lados (risas), desde la fabada asturiana hasta el gazpacho andaluz.

Por cierto, ¿ha actuado alguna vez en Menorca?
—No, es la primera vez que actúo a Menorca. Hace años estuve en Mallorca con el pianista Tete Montoliu y el trompetista brasilerio Claudio Rodríguez, vinimos a hacer una pequeña gira, hubo otros muchos músicos, recuerdo que fue una cosa muy bonita.