La espera sin prisas. Dolfo Vilafranca tiene un mes por delante para determinar el organigrama de su equipo, que eligió en atención a la capacidad y perfil profesional de cada uno, previamente ha de resolverse también si gobierna en solitario o si finalmente hubiera pacto con Vox. | Josep Bagur Gomila

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Adolfo Vilafranca se acostó la noche del domingo a las cuatro de la madrugada con status de presidente electo del Consell de Menorca y a las 7.30 horas del lunes volvía a estar en pie. Durante la campaña electoral se ha levantado cada día a las 5.30 horas sin usar el despertador, el reloj biológico le ha marcado el ritmo durante el último mes. En la primera quincena, ha trabajado en jornada continua y en la segunda ha fundido las vacaciones anuales de su empleo en la empresa privada con el fin de entregarse en cuerpo y alma a la campaña electoral.

Ayer a mediodía la tensión había desaparecido de golpe y sus respuestas mostraban una tranquilidad sorprendente que contrastaba con los mensajes incisivos de días pasados. Es como si de repente hubiera asumido el papel institucional que tiene por delante.

La necesidad de asegurar una mayoría solvente que las urnas no le han dado le inquieta poco, aunque el tablero orienta a pactar con la consellera de Vox. «Tengo que hablar con todos, admito que los otros, con los que hemos protagonizado la confrontación política, cualquier posibilidad de acuerdo es una hipótesis más lejana», señala.

En todo caso, las conversaciones tendrán que esperar unos días, ayer dedicó el tiempo a contestar mensajes, no tuvo ningún contacto de carácter político.

Menos categórico que Marga Prohens

La opción de gobernar en solitario es la primera, «no lo sé, no me lo he planteado aún, tendría más tranquilidad, hay que analizarlo técnicamente, pero seis consellers para la gestión son pocos, en función del equipo reduciría el número de directores insulares», anuncia. Marga Prohens, la virtual presidenta del Govern ha sido más categórica, «no hay una mayoría alternativa, el mandato de las urnas es claro, la ciudadanía quiere que el PP gobierne y gobernará en las principales instituciones de Balears» y para ello «no renunciaremos a nuestro programa de gobierno, porque esa es nuestra hoja de ruta», señala con contundencia.

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Resolver esa incógnita es uno de los primeros deberes surgidos de la noche electoral, el pacto será a dos bandas o no será, según las primeras intenciones del partido ganador.

La opción de un acuerdo pasivo con el PSOE, que le deje gobernar para soslayar así el apoyo de Vox no lo contempla, «hay que poner límites sobre la mesa, el PSOE ha entrado en deriva en los últimos ocho años condicionado por la exigencia y las posiciones de Més per Menorca. Por ejemplo, el documento inicial del PTI de Miquel Company era muy diferente y mucho más asumible», valora Vilafranca sobre la radicalización a la que se han visto arrastrados los socialistas.

La enhorabuena de Susana Mora

De la conversación con Susana Mora la misma noche electoral recuerda que fue una conversación breve, «me dio la enhorabuena antes de finalizar el escrutinio, aún estábamos pendientes de los últimos votos, y se puso a nuestra disposición». Un detalle de elegante fair play.

Son muchos los asuntos que la actual corporación en funciones deja sin resolver, elige desatascar la solución para la estructura inacaba de Rafal Rubí desde hace casi una década y que la actual corporación en funciones había sentenciado al derribo. Seguirá en pie, aunque haya que cambiar algo como consecuencia del informe del Icomos. Y acabar la carretera, el área de movilidad es el que muestra mayor atasco y conoce bien por el seguimiento que ha realizado desde la oposición estos ocho años.

La victoria de su candidatura y la derecha en conjunto no le ha sorprendido. «Veía opciones desde el principio, consciente de que era difícil, si no es desde ese planteamiento no puedes empujar como hemos empujado. No teníamos encuestas, pero pisábamos la calle y había un retorno favorable. Més lleva dos años en campaña y no le ha servido».

Las claves
  1. Adiós a la cita previa y un plan inmediato para reducir la burocracia

    La eliminación de la cita previa y la puesta en marcha de un plan para reducir la burocracia son algunas de las primeras medidas a afrontar por su equipo. También es urgente culminar el proceso de licitación de contratos del transporte público y solventar el problema de la ITV.

  2. Cambios en el PTI para incentivar la economía sin restar protección

    El planeamiento insular recién aprobado no se verá inicialmente alterado, «pero haremos los cambios necesarios que puedan ayudar a incentivar la economía manteniendo la protección», anuncia el futuro presidente, quien enfatiza que la sostenibilidad es un criterio compartido por todos.

  3. La ley de biosfera no será cambiada sino desinflada de varios organismos

    Asume como idea inicial del PP la ley Menorca Reserva de Biosfera. «Marga Prohens se ha comprometido a mayor financiación al margen de esa ley, la modificaremos y suprimiremos mucha paja de su articulado y los organismos que propone crear», explica.

  4. El IME no corre peligro, ha de ser más profesional y despolitizado

    Cerrar el Institut Menorquí d’Estudis es una propuesta de Vox pero solo de Vox. Vilafranca garantiza su continuidad para trabajar por los fines para los que fue concebida esta institución, «pero ha de ser más profesional en la investigación académica y más despolitizado», avisa.