Una electora consulta las papeletas este domingo, en el colegio de Sant Lluís | Gemma Andreu

TW
8

La Ley d’Hondt ha trabajado en estas elecciones para la derecha en el reparto final de los trece escaños que conforman el Consell de Menorca. La izquierda en su conjunto ha sumado 1.300 votos más que la derecha, y sin embargo, esta suma siete consellers y el otro flanco, seis.

El PSOE, Més per Menorca y Unidas Podemos reunieron en conjunto 19.714, mientras que el PP, Vox, Ciudadanos y PLIE alcanzaron entre los cuatro 18.414. Es una diferencia notable.

Si se analiza al detalle, han sido solo 32 votos los que establecieron la barrera entre obtener representación o no obtenerla. La pelea fue reñida a lo largo del escrutinio entre las dos candidatura minoritarias, Vox y Unidas Podemos, una por cada extremo.

El escaño bailó entre ellas con diferencias de un puñado de votos a favor o en contra y finalmente cayó hacia la candidatura que encabezó Maite de Medrano y dejó fuera de la institución a Nati Benejam. Ese escaño fue el último y más disputado.

Porcentualmente la diferencia ha sido inferior a un punto, solo ocho décimas, que han resultado determinante para el vuelco en la institución menorquina.

En una mirada en perspectiva, resulta patente la pérdida de votos de un flanco y la subida del otro, pero insuficiente para decidir el vuelco, atribuible sobre todo al sistema que se utiliza para el reparto. Si se excluyen por la derecha los votos que recibió el Pi cuatro años atrás, la diferencia es más notable, ya que las tres fuerzas de la derecha solo sumaron entonces 15.586 votos.   

Noticias relacionadas

El tercero, perjudicado

Dado que el sistema de reparto propocional que se usa en la legislación española prima a las primeras fuerzas y penaliza a la tercera, Més per Menorca también ha resultado perjudicado. También ha influido en ello la diferencia de casi cinco mil votos entre la primera fuerza, el PP, y la segunda, el PSOE.

Los nacionalistas han bajado solo cuatro décimas respecto a 2019, pero tan escasa merma ha tenido un precio muy alto, la pérdida de un escaño.

En las elecciones al Parlament, donde los resultados han sido más ajustados, Unidas Podemos mejora en 400 apoyos respecto al varapalo final cosechado en el Consell y arrebata un escaño al ganador, el PP.   

Cs, sin incidencia

El medio millar de sufragios introducidos en los sobres de Ciudadanos han resultado inanes. De haberse desviado al PP o a Vox, las candidaturas de la familia de la derecha, no habrían alterado la distribución final porque no servían ni a uno ni a otro para mejorar su representación tanto en las elecciones al Consell como al Parlament.   

El factor Vilafranca

Otro de los factores que ha resultado determinante es el tirón mostrado por la candidatura de Dolfo Vilafranca al frente del PP. Ha sido la más votada en todos los municipios, incluido Maó, donde la candidatura municipal socialista superó ligeramente a la popular, 89 votos más.

El porcentaje de los votos obtenidos por la lista de Vilafranca oscila entre el 31,03 por ciento de Es Mercadal, su peor dato, y el 47,64 de Alaior, mientras que la lista de Susana Mora osciló entre el 21,13 por ciento de Ciutadella y el 32,43 de Maó. El mínimo de Vilafranca está prácticamente a la par con el máximo de Mora, circunstancia que explica la diferencia final de casi cinco mil    votos entre una y otra.

Por otra parte, si el PP lideró el resultado en todos los municipios, el PSOE fue relegado por Més al tercer lugar en Ciutadella.