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Se trata de un proyección, un estudio teórico y como tal adolece de los matices que siempre conllevan las elecciones de proximidad. La simulación se realiza solo con los datos y, por tanto, su valor solo sirve para analizar la fuerza exhibida en las urnas por cada formación.

Si se extrapolaran los resultados del 28-A a las inmediatas elecciones del 26-M, la hegemonía de la izquierda aumentaría respecto al dominio que muestra desde las elecciones de 2015. Gobernaría con mayorías suficientes en todos los municipios y en el Consell, siempre y cuando se mantengan los pactos actuales.

Con los votos obtenidos por cada formación el domingo, en el Consell repetiría el gobierno del tripartito. Los matices serían de orden interno, ya que los nacionalistas de MxMe, perderían dos escaños, en beneficio de los otros dos socios, PSOE y Podemos, uno cada uno. Ambas fuerzas han sido líderes en el resultado del 28-A superando en cuatro mil y casi dos mil sufragios respectivamente a los terceros y cuartos, PP y Ciudadanos.

La principal novedad sería la irrupción del partido naranja con dos consellers, los mismos que el PP, y la aparición de Vox, que lograría representante.

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Ayuntamientos

Estos resultados no modificarían la esencia de los gobiernos de izquierda en los ayuntamientos, salvo en Alaior y Es Castell, los únicos que el PP ha logrado gobernar en este mandato. En ambos habría cambio sin discusión ninguna. En el primero, la izquierda, que ya acude en coalición a las urnas, obtendría el 47,35 de los votos, más del doble que el PP. Ciudadanos, que no ha presentado candidatura, habría entrado en este ayuntamiento con dos concejales.

En Maó, el PSOE sería el partido más votado y obtendría siete concejales, dos más que su socio, Ara Maó, que ha ostentado la Alcaldía todo el mandato. Tendrían una mayoría holgada entre ambos. Ciudadanos y el PP se repartirían cuatro ediles cada uno. Vox, en el municipio que ha registrado más sufragios, 1.120, también lograría entrada con un representante.

La principal sorpresa aparece en Ciutadella, donde la fuerza gobernante, PSM, se quedaría con dos concejales, necesarios no obstante para formar mayoria de gobierno con PSOE y Podemos, que sacarían cinco concejales cada uno.

La fuerza morada aseguraría el poder a sus marcas locales Som Es Castell y Volem Sant Lluís en pacto siempre con el PSOE, la fuerza más votada.