POLÉMICA. La propuesta del Consell ha levantado una gran polvareda política y mediática, también en el seno de la institución insular - cime

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La tensión entre PSOE y PSM en el Consell por la propuesta de vía alternativa entre Ferreries y Ciutadella se relajó ayer unos grados. Tras una mañana de intensas reuniones y llamadas telefónicas, los socios de gobierno convinieron en redundar una vez más que la propuesta de camino paralelo a la carretera general es sólo una opción que dependerá en todo momento del Plan de Emergencias que debe redactarse. Es decir, la palabra final la tendrá este Plan, algo que desde el PSOE aseguran que ya quedó claro el día en que se presentó la propuesta, el pasado lunes, mientras que los nacionalistas entienden que no fue así y que los socialistas vendieron la propuesta como definitiva. Ayer, insistir en esta cuestión permitió que en la comisión técnica de urbanismo que analiza el Plan Director de Carreteras el PSM no votara en contra y se abstuviera. El PSOE votó a favor.

En esta crisis, los matices han sido muy importantes. Fundamentales. Básicamente el punto de fricción está en una rueda de prensa, la del pasado lunes a las 17 horas en Sa Roqueta, en Ciutadella. Sin presencia de ningún representante del PSM en el Consell, aunque sí con el alcalde de Ferreries, Josep Carreres, Marc Pons y Damià Borràs explicaron a los periodistas la propuesta de vía alternativa finalmente escogida. El matiz, y el origen de la crisis, viene porque el PSM cree que Pons y Borràs dieron por sentado que esa era la opción que se iba a aplicar pasara lo que pasara. Desde el PSOE entienden que se dejó claro que todo dependía del Plan de Emergencias. Y, dejando de lado el rechazo suscitado entre la derecha política y ASTRAME, a partir de aquí se lió la historia entre los socios de gobierno.

El portavoz del PSM, Joan Lluís Torres, admite que sí conocían la propuesta realizada por Borràs y Marc Pons en rueda de prensa. Se había debatido y analizado previamente, e incluso Torres confiesa que "habíamos acordado que la vía lateral era una posible salida tras descartar otras", pero añade de nuevo que una cosa es acordar que ésa era una posible salida y otra diferente presentarla como la definitiva.

En el PSOE la respuesta del PSM a través de los medios de comunicación ha sentado muy mal. El conseller de Mobilitat, Damià Borràs, cauteloso en sus palabras, explica que lo que se hizo ayer en la comisión técnica (un ente simplemente asesor, que certifica que lo que allí se presenta cumple la legislación) fue redundar algo que ya constaba, como vincular la vía alternativa a los designios del Plan de Emergencia.

Sea como sea, parece el de ayer el primer paso para reconducir la situación. Así al menos lo entiende el portavoz nacionalista, quien reitera, no obstante, que el voto de su partido al Plan Director de Carreteras "depende de algo tan sencillo como que la propuesta que se presentó el lunes no esté nominalmente dentro del Plan. Se trata de arrancar una hoja del documento", resume. Es decir, saber que la posibilidad de la vía alternativa está allí, que es factible, pero no incluirla en un documento oficial como un proyecto fijo para ejecutar en algún momento. "No hemos hallado ninguna propuesta concreta que contente a todo el mundo, por lo tanto debemos darnos más tiempo para el debate. Las otras propuestas incluidas en el Plan se hablaron y debatieron, se digirieron y pactaron. En cambio, en esta ocasión la propuesta nos ha llegado a última hora, y necesitamos más tiempo", concluye.

Debate público
La de estos días es una crisis entre PSOE y PSM que ha salido a la luz pública y que demuestra que ningún pacto es fácil. Así lo entiende también Joan Lluís Torres, quien explica que "la experiencia de más de diez años trabajando juntos nos demuestra que no es fácil trabajar juntos y llegar a acuerdos en temas difíciles y complicados como el de carreteras". No hace falta más que recordar el largo periodo de tramitación del Plan Director, y este colofón final con polémica pública incluida. No obstante, tanto desde el PSOE como desde el PSM tienen claro que la situación se reconducirá, aunque la herida abierta por una discusión pública que muchos creen debiera haber sido privada deberá cicatrizar, y eso exigirá un tiempo. Además, esta crisis estalla con el presidente del Consell fuera de la Isla, en Alemania.

"El debate es bueno, pero a veces no debe ser tan público"
La alcaldesa de Ciutadella, Pilar Carbonero, salió ayer en defensa de la propuesta realizada por el Consell. Para Carbonero, se trata "de una propuesta muy buena que ha sido fruto del consenso institucional entre el Ayuntamiento de Ferreries, el de Ciutadella y el Consell. Una propuesta muy trabajada y que ha supuesto el estudio de muchas alternativas".

Para Carbonero, el debate abierto ahora en la opinión pública "es bueno, puesto que siempre es bueno debatir, aunque a veces sería conveniente que las discusiones no fueran tan públicas". La alcaldesa de Ciutadella, además, envía un aviso a navegantes al asegurar que "decir no sin ofrecer una alternativa es una actitud que en política se queda coja. Ha habido suficientes meses de debate para discutir este tema, y el PSM ha estado presente en muchas reuniones. El debate ha sido muy amplio como para poner todas las cuestiones encima de la mesa".

En relación a la propuesta concreta, Carbonero entiende que "aún nos encontramos en un estadio muy inicial, muy lejos de fases ejecutivas, y por tanto hay tiempo para debatir, para matizar la propuesta. Estamos aquí para debatir las ideas y mejorarlas si es posible".