Fira del Camp 2010

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Jaume Moll era ayer un hombre ganador, un hombre feliz. "L'amo"de Son Bou Vell de Ciutadella se llevó cinco premios en diferentes categorías del Concurso Morfológico de Ganado Bovino de Raza Frisona celebrado en la Fira del Camp de Alaior. Moll es payés desde los 19 años. Nació en el campo y mamó el mundo de la payesía de sus padres y de sus abuelos. Rotundo afirma que su trabajo no es un oficio, sino una vocación. Actualmente es vocal de la Asociación Frisona Balear y a pesar de los éxitos obtenidos por la calidad de sus reses, confiesa pesimista, que el sector atraviesa un momento muy complicado sin visos de mejorar para las generaciones futuras.

¿Cuál es el secreto para tener una finca pentacampeona?
El trabajo durante 18 años e inseminar siempre los mejores ejemplares, los mejores toros.

¿Los cambios en el programa de ayudas de mejora genética pueden a la larga repercutir en una pérdida de calidad genética?
Sí. Afectará mucho. La ayuda económica que dan por explotación es para que el propio ganadero compre semen. Pero seguro que no gastará todo en esa compra dado el momento económico en que estamos. De la otra manera tenías un listado de toros de primera línea, de ella todo el mundo elegía y la mayoría inseminaba. A partir de ahora seguramente bajará el nivel de calidad.

¿Cómo influye la alimentación en la calidad del animal?
Mucho. Desde el día que nace lo importante es que el animal no tenga un retroceso en su crecimiento y desarrolle su potencial al máximo. De esta forma, cuando llega el momento de inseminar la vaca, ya está prácticamente formada. Esto permite tener buenos niveles de producción. Además, si tiene buena corpulencia, no tendrá dificultades a la hora del primer parto. De lo contrario podría tener dificultades para toda su vida.

Campeones. Jaume Moll con la vaca campeona Stormatic Berna y su familia.
Campeones. Jaume Moll con la vaca campeona Stormatic Berna y su familia.

¿La proporción es también la clave para tener una campeona?
Mi obsesión desde hace 18 años no es hacer vacas para ganar un concurso, sino lograr vacas funcionales, que me den un buen rendimiento en la finca. Nosotros siempre hemos trabajado ubres y patas. Buenos lomos, buenas patas; mejores ubres.

Alaior celebra la fiesta del campo, pero el campo hoy día no está para mucha fiesta.
No, pero la feria es una forma de reivindicarnos. De decir que hay gente que trabaja, que se sacrifica y que obtiene unos resultados que vemos todos. El día a día es duro, pero no por el trabajo en si, sino por el precio que pagan por nuestro producto.

Hay ganas de trabajar pero escaso rendimiento. La situación es difícil.
Si hace diez años me hubiera hecho esa pregunta le habría respondido que no lo veía difícil, yo siempre veía una luz al final del túnel, pero en este momento no veo nada. Lo que me hace aguantar es que tengo un hijo y le gusta. Lucho cada día por ver esa luz, pero lo veo complicado.

¿Qué consejo les da a sus hijos si quieren seguir su profesión?
Nunca les animaré. Lo veo difícil porque no hay futuro inmediato ni a largo plazo. Las ayudas de la PAC dicen que las quitarán, pero algo habrá que hacer para mantener el campo. Tenemos ilusión y ganas, pero de ilusión y ganas no se vive. Espero que la gente joven que viene detrás tenga un camino más fácil que el nuestro.