DIQUE. La silueta del brazo exterior ya está completada, aunque si prospera el proyecto de Ports, podría alargarse unos 40 metros con otros dos cajones - Cris

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En el último consejo de administración de Ports de les Illes Balears, una de las propuestas incluidas en el orden del día quedó sobre la mesa, y se pospuso para una reunión posterior, que aún no se ha celebrado. Esa propuesta es un proyecto para mejorar la seguridad en el interior del dique de Ciutadella, y reducir lo que la gente del mar conoce como "tiranya". La propuesta supone alargar el dique exterior unos 40 metros, con la colocación de otros dos cajones al final de la actual infraestructura.

Este periódico ha podido confirmar la existencia de un estudio en este sentido, que supone la admisión por parte de Ports de les Illes Balears de la falta de soluciones para el problema de la agitación marítima. Este concepto, o la "tiranya", hace referencia a la energía indirecta que se produce en el interior del dique debido al oleaje exterior. Es decir, no se trata de olas que entran en la lámina de agua protegida por el brazo exterior, sino el movimiento que se genera en el interior debido precisamente a olas en el exterior que se reflejan en el interior. Una "tiranya" que, en el dique, se produce sobre todo en casos de tramontana, como se ha podido comprobar ya en anteriores temporales. En principio, los estudios de agitación realizados para planificar el proyecto consideraban que la agitación no generaría inconvenientes para que los buques pudieran operar y amarrar en el interior del dique, pero a medida que la obra ha avanzado, se ha visto que el problema era mayor de lo calculado, y se ha tenido que diseñar una actuación.

De hecho, el tema de la agitación se ha discutido en varias ocasiones ya durante las obras del dique. Incluso desde un sector relacionado con la navegación se advirtió al principio del proyecto que el problema sería más grave de lo que se había calculado, algo que se reiteró también en varias reuniones técnicas celebradas en presencia de los responsables del diseño del dique. Incluso, se llegó a proponer que el diseño de la infraestructura, situada en la misma zona de Son Blanc en la que se construye la actual infraestructura, se orientara hacia el sur y no hacia el norte como está actualmente, puesto que los temporales de sur son menos frecuentes y violentos. Esta propuesta fue desestimada de inicio.

15 MILLONES DE EUROS
La propuesta aún está en estudio, y desde Ports de les Illes Balears insisten mucho en asegurar que se trata de una medida que no se llegó a discutir en el anterior consejo de administración y que tampoco es seguro que se discuta en la próxima reunión de este órgano. No obstante, este periódico ha podido saber que el coste económico de esta obra sería bastante elevado, y se podría acercar a los 15 millones de euros. Una factura que debería sumarse al coste ya confirmado del dique, de 62 millones de euros, tras el acuerdo con Ferrovial para aumentar un 19 por ciento el presupuesto de la obra y tras la adjudicación, también a la misma empresa, de un proyecto complementario de dos millones de euros para también mejorar la seguridad del dique.