Abu Umar. Los propietarios de los locales de los alrededores se quejan de la situación - Gemma Andreu

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La presencia de numerosos jóvenes ebrios durante los fines de semana en la zona de Abu Umar de Maó ha obligado a los propietarios de bares y cafeterías de los alrededores a retrasar sus horarios de apertura. Denuncian que los altercados a primera hora de la mañana se suceden cada fin de semana y reclaman más presencia policial, especialmente en las inmediaciones de la zona de ocio nocturno de la Sínia des Muret.

"Desde hace algún tiempo hemos optado por abrir a partir de las 9 horas, cuando tendríamos que hacerlo a las 7.30 horas", explica desesperado uno de los afectados, quien apunta que se ha visto obligado a llamar a la Policía Local en varias ocasiones. "Viene mucha gente colocada a seguir bebiendo y continuamente se pelean y gritan en el interior del local, incluso nos hemos encontrado con personas que se han quedado dormidas sobre la barra", se queja.

Otro de los comerciantes asegura que, aunque durante un tiempo optó por abrir su cafetería más tarde de lo habitual, hace algunos meses que inicia su jornada a las 7 horas, como hacía antes. "Lo que hacemos ahora es controlar más y seleccionar a la gente que puede entrar en el local", indica, aunque reconoce que se ve obligado a denegar la entrada a algún grupo de jóvenes cada fin de semana, con los problemas que ello conlleva.

Una táctica parecida utiliza el propietario de un establecimiento de la zona de Andrea Doria. "Si cuando llego para abrir veo mucha gente merodeando por los alrededores, espero hasta que se hayan ido", apunta. El objetivo es evitar que jóvenes borrachos o bajo otros efectos irrumpan en sus locales porque "una vez los tienes dentro, hay problemas asegurados".

El mismo afectado añade que la inseguridad que afecta a la zona desde hace algún tiempo le ha llevado a cambiar antiguos hábitos. "A mi me traen el pan y las pastas desde Ferreries y toda la vida me habían dejado una bolsa en la puerta. Me lo robaban todo así que ahora tengo que levantarme antes para ir a buscarlo a una nave en Maó".

LICENCIA
A pesar de que las discotecas en Maó tienen licencia para mantener sus puertas abiertas hasta las seis horas, los comerciantes señalan hay muchos jóvenes rondando por la zona hasta pasadas las ocho horas.

"Si no se hace algo pronto va a haber problemas. No puede ser que por culpa de cuatro bandarras que te entran en el local, el resto de clientes que están desayunando tranquilamente tengan que irse", lamenta el propietario de una cafetería de Fort de l'Eau. "Precisamente la semana pasada vinieron unos chavales que, a la hora de pagar, nos dijeron que no tenían dinero. ¿Y qué haces? Normalmente estas personas muestran una actitud muy altiva y no te puedes poner a su altura, así que todavía tenemos la cuenta pendiente", explica preocupado.

No parecen tener este tipo de problemas los empleados de la gasolinera Roselló, a pesar de que comienzan su jornada a las seis horas, más temprano que los comerciantes. "Los sábados y los domingos por la mañana viene mucha gente con el cachondeo pero compran y se van. Además, nadie puede entrar en el interior hasta las ocho horas", apunta uno de los trabajadores. No obstante, admite que las peleas son habituales en la zona a primera hora de la mañana de los sábados y los domingos.