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Si la familia Ruiz-Mateos aterrizó en Menorca como en una escena de la película "Bienvenido Mister Marshall" de Berlanga, ahora parece que la última esperanza del grupo empresarial reside en los norteamericanos de la firma Oaktree, que estos días trabajan en el análisis de toda la documentación de Nueva Rumasa para decidir si inyectan capital y rescatan a la familia jerezana. Desde Nuevas Rumasa ayer señalaron estar a la espera de que finalice la auditoría y el fondo estadounidense tome una decisión, aunque fuentes próximas al grupo manifestaron al "Menorca" que cada vez se ve más difícil que dicha inversión llegue a producirse.

Mientras tanto, los trabajadores de Quesería Menorquina cumplen hoy su segunda jornada de inactividad y acudirán mañana a la fábrica de Maó, aunque sin saber si podrán reanudar la producción, según afirmó ayer el presidente del comité de empresa, Antonio Olives, en alguna de las tres líneas de productos de la fábrica (porciones, queso rallado y lonchas).

"De lo que pueda decir Nueva Rumasa sobre la inyección de liquidez no nos fiamos", aseguró el representante de los trabajadores, quien añadió que de la auditoría tampoco tienen ninguna información. "Que yo sepa nadie ha venido a la fábrica de Maó ni nos han notificado nada", aseguró Olives, al tiempo que además de los retrasos en las nóminas -se ha cobrado el 40 por ciento de la nómina de enero y está pendiente también la de febrero-, se aproxima la fecha del cobro de una de las pagas extraordinarias, el 15 de marzo, que el comité piensa reclamar si no se ingresa a la plantilla.

Por otro lado, Olives afirmó entender la postura de la organización agraria COAG, que solicitó prioridad para el pago de la deuda de Nueva Rumasa con los ganaderos. "No lo critico, cada uno defiende a sus representados", declaró Olives, "los payeses son unos proveedores más, y Comisiones Obreras y el comité luchan por los trabajadores".

La decisión de Oaktree sobre si realiza o no una oferta por el grupo de la familia Ruiz-Mateos debe producirse antes de este viernes. El 'roble' norteamericano ya es accionista de empresas de la industria alimentaria española como Panrico y Campofrío.

Fondo de garantía
La Federación Agroalimentaria de UGT ha solicitado una reunión urgente con el secretario general del Fondo de Garantía Salarial, Juan Pedro Serrano Arroyo, para abordar la "dramática situación" que atraviesan los trabajadores de Nueva Rumasa, a los que, según el sindicato, la compañía adeuda más de seis millones de euros en salarios atrasados. El sindicato confía en que se puedan encontrar soluciones a la "cruda realidad de familias que no reciben ingresos, como consecuencia directa del incumplimiento básico de la empresa de sus obligaciones para con los trabajadores". "Si bien es cierto que no a todos los trabajadores se les deben las mismas mensualidades, también lo es que una parte muy importante de ellos empiezan a tener dificultades para hacer frente a los pagos de sus hipotecas, así como de bienes de consumo tan básicos como la electricidad o el gas", advirtió UGT.