Estudiantes. Representan el 60 por cien de los usuarios de la línea regular de autobuses a primera hora - Gemma Andreu

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Cada mañana, decenas de estudiantes de toda la Isla deben madrugar para a las ocho en punto de la mañana poder entrar a las aulas de alguno de los ciclos de formación profesional de los institutos Pasqual Calbó y Cap de Llevant de Maó. Pero desde que empezó el curso, muchos de los alumnos llegan tarde, ocasionando un problema de impuntualidad que afecta al desarrollo de las clases. Desde ayer un cambio en el horario de autobuses mejorará la conectividad, un primer paso al que se sumará a partir del 1 de noviembre la adaptación de las salidas de los autobuses a la demanda existente.

El problema de la impuntualidad de los estudiantes y la saturación de la línea regular de primera hora tiene su explicación. En anteriores cursos existía un servicio de transporte directo a los institutos, que fue suprimido por los recortes. Es por eso que este curso, los estudiantes de fuera de Maó se han tenido que acostumbrar a coger uno de los dos autobuses de la línea regular de transporte de pasajeros con salida desde Ciutadella a primera hora de la mañana, para una vez llegados a Maó, embarcarse en la lanzadera que, desde la Estación de Autobuses, los traslada hasta la zona de Bintaufa, donde se concentran los institutos que ofrecen Formación Profesional.

Desde el inicio del curso y hasta la fecha, la avalancha de estudiantes que se dirige a Maó a primera hora de la mañana ha colapsado el servicio regular. Los alumnos tenían dos posibilidades: o bien coger el autobús regular con salida a las 6.40 horas desde la Plaça Menorca de Ciutadella, con parada en todas las poblaciones, o bien a las 7 horas con la línea express a Maó. Es lógico que la mayoría de los estudiantes optaran por dormir 20 minutos más cogiendo la línea directa. No obstante, esta ruta quedaba colapsada, incluso, muchos días, dejando a usuarios plantados en la parada. A la vez, se daba el caso de que los estudiantes que antes cogían el autobús desde las paradas del Canal Salat o de la Piscina Municipal, se dirigían directamente a la Plaça Menorca para no quedarse sin plaza.

Esto repercutía no sólo en la cabida de todos los estudiantes en la línea express, que representan el 60 por ciento de los pasajeros, sino también en que el resto de usuarios que se desplazan a Maó para trabajar o ir al médico pudieran quedarse sin plaza.
Y no sólo eso. Una vez en la Estación de Autobuses de Maó, la lanzadera que transporta a los estudiantes hasta los institutos no partía hasta que no llegaban los dos autobuses, el de la línea regular y el express, muchas veces con retraso por las obras de la variante de Ferreries o por la mayor afluencia de circulación, aún en temporada turística. Esto había provocado la impuntualidad de los alumnos.

Se trata de un problema que el Consell y la empresa concesionaria del servicio regular, Transportes Menorca (TMSA), han intentado paliar con este primer cambio horario. Así, desde ayer, el autobús express partirá de Ciutadella 15 minutos antes, es decir, a las 6.45 horas. Desde Transportes Menorca SA valoran en positivo el cambio horario. Ayer mismo, el autobús express entraba en Maó a las 7.36 horas y la línea regular a las 7.48 horas, por lo que los alumnos pudieron llegar a tiempo a clase.

No obstante, esta situación prevé mejorar con la reestructuración horaria que planifica el Área de Movilidad del Consell a partir del 1 de noviembre, y de la cual aún no ha trascendido cómo se concretará, para evitar el colapso de las dos líneas de salida a Maó a primera hora de la mañana.

Mientras tanto, entre los profesores de los ciclos de Formación Profesional circula un comunicación en la que se advierte que hasta que la situación de los horarios de autobuses no esté normalizada, la impuntualidad de los alumnos tiene la justificación del transporte.