Gasino 17 de Gener. La celebración de la fiesta social de la entidad sufrirá recortes por la crisis - Gemma Andreu

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El Casino 17 de Gener afronta una de las etapas más difíciles de su historia. En tan sólo dos años, la entidad ha pasado de llamar a la puerta de las administraciones para recabar los fondos de la ansiada y necesaria remodelación del teatro a ver como ni siquiera cobra las ayudas pactadas por parte de Govern, Consell y Ayuntamiento para desarrollar su actividad. En lo que corresponde a 2010, aún no han recibido subvención alguna, informan desde el "17 de Gener".

La situación tocó fondo el pasado verano, cuando al no poder hacer frente a los pagos de una hipoteca contratada en 2005 por un importe de 660.000 euros, la entidad bancaria amenazó con interponer una demanda por impago y proceder al embargo. Fue entonces cuando el presidente de la entidad cultural, Antoni Pons, aprobó en la junta general extraordinaria de agosto la creación de una comisión económica para afrontar la situación. La aportación de fondos por parte de los socios en septiembre y el cambio de banco han servido para salvar temporalmente los muebles. Sin embargo, de igual forma ha sido necesaria "una reducción de los gastos a la mínima expresión", informa Pons. También se ha eliminado el puesto de gerente de la entidad y se ha reducido a la mitad el personal del bar-cafetería. "Hemos reducido todo menos los objetivos sociales. La base no se puede cambiar", sostiene Pons.

Situación "controlada"
El presidente explica que la situación está "controlada" por el momento, ya que podrán cubrir "a partir de ahora" los 2.000 euros mensuales de la hipoteca gracias a los 24.000 euros que se ingresarán en concepto de cuotas de socios. En lo que se refiere a las actividades del club, "nos tendremos que acostumbrar a vivir con lo que nos dé el bar", concluye el presidente, quien considera que ya en el momento de la contratación de la hipoteca, de la que aún quedan 15 años por pagar, "era bastante complicado poder asumir las mensualidades".

Pons señala que actualmente la entidad "no peligra" pero insiste en que "hay que ser muy estrictos en el control de presupuestos". Por último, concluye que no se descarta adelantar las elecciones previstas inicialmente para junio para que una junta diferente afronte la nueva etapa.