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Las Fuerzas Armadas son la institución más valorada por los españoles. Su formación castrense, a caballo entre la austeridad, el respeto, la lealtad y el servicio a España, hace que sus miembros, la gran mayoría de ellos, sean ante todo responsables de sus actos, conscientes de que el uniforme que visten no puede, bajo ningún concepto, ser mancillado. Además, los hombres y las mujeres que integran nuestras Fuerzas Armadas, hacen gala de su profesionalidad y, con su peculiar vocación de servicio, están siempre dispuestos a cubrir cualquier emergencia porque son y quieren ser, positivamente eficaces como abanderados de la España democrática.

Hoy nos adentramos en este mundo de la mano del Coronel Francisco Riva Mayor, militar profesional que conoce la realidad de nuestras Fuerzas Armadas y de Menorca, ya que lleva treinta años viviendo en la Isla y, por si ello fuera poco, su esposa es menorquina.

Estudiaste en …
Varios sitios a tenor de los destinos de mi padre que también era militar. El Bachillerato y el PREU lo hice en Cataluña, en Lérida concretamente, luego ingresé en la Academia General Militar de Zaragoza y, seguidamente accedí a la Academia de Infantería, en Toledo.

Tu primer destino, ¿a dónde te llevó?
Al CIR 14, en Palma de Mallorca, pero estuve poco tiempo allí ya que me incorporé a la Agrupación de Tropas Nómadas, en el Sáhara.

Y de allí …
A Ceuta, al Grupo de Fuerzas Regulares "Tetuán 1". El siguiente salto me llevó al Centro de Instrucción de Reclutas núm. 9, en Figueres y de allí a Menorca, primero al Regimiento de Infantería "Mahón 46", luego a la Jefatura de Tropas de Menorca, hasta que fui destinado a El Salvador en misión de paz de Naciones Unidas (ONUSAL). De regreso a casa ocupé diversos destinos: Comandancia de Tropas, Jefatura Logística Territorial, Batallón de Infantería Ligera "Mahón 11/47", y Cuartel General de la "COMGEBAL". Durante 11 años estuve de Comandante Militar de la Isla.

Un amplio currículum que culmina con el cargo que actualmente desempeñas.
Sí, ahora, ya en la Reserva, soy el Presidente de la Comisión Permanente del Consorcio del Museo Militar de Menorca y Patrimonio Histórico Militar del Puerto de Mahón y Cala de Sant Esteve.

Por cuanto me dices y actualizando fechas deduzco que tus 'incursiones' por tierras africanas, al Sáhara concretamente, te permitieron ser testigo directo de situaciones vividas al límite.
Con la Agrupación de las Tropas Nómadas estuve allí en un momento muy caliente e incluso peligroso. Dos compañeros míos de promoción cayeron en acto de servicio y otros dos fueron hechos prisioneros, afortunadamente y tras un larga estancia privados de libertad, fueron liberados. Luego, y con el Grupo de Fuerzas Regulares viví, coincidiendo con la "Marcha Verde", otro momento de gran tensión y cuyas consecuencias están ahí, porque en aquel momento, con la agonía de Franco, el Gobierno no acertó en la forma de actuar y dejó al Sáhara y al pueblo saharaui a su suerte, con gran pesar por parte de los que estuvimos allí.

Y a tu mujer, a tu esposa, ¿cuándo la conociste?
Siendo todavía cadete. Vine de vacaciones a Menorca, la conocí, nos enamoramos y al poco de ser ascendido a capitán, nos casamos. Precisamente se fue conmigo cuando recalé en Ceuta.


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