TW
0

Hay personas que por las circunstancias que sean, personales o familiares, desde su juventud hacen gala de una madurez poco común, evidenciando una sensatez más acentuada que sus compañeros; y aunque son iguales a ellos poseen este añadido que les proporciona un punto más a su favor; Miquel Torres Guasch, mitad de Ponent y mitad de Llevant, es una de esas personas, lo fue y lo sigue siendo aunque hoy ejerza de abuelo.

Creo recordar que naciste en Ciutadella.

Efectivamente, en la calle María Auxiliadora, muy cerca de Calós, pero cuando contaba con tan solo un año y medio de edad mi familia se trasladó a vivir a Maó, por lo que mis recuerdos de Ciutadella son prácticamente nulos.

Aquí creciste y fuiste "haciendo camino".

Así fue; mis primeros amigos, mis primeras vivencias son de "caire" mahonés; aunque mis familiares, los pocos que me quedan, residen en Ciutadella; además allí siempre me he sentido como en mi casa y bien acogido.

Arrancaste en el Colegio La Salle, el antiguo, el de la calle del Carmen …

Con el hermano Pedro de director; también recuerdo al resto de hermanos (Juan Bautista, Antonio, Ricardo, Miguel, José y Juan Francisco); luego, al cumplir los diez años ingresé en el Instituto, el de "sa plaça de Sant Francesc", donde cursé el Bachillerato Elemental, y seguidamente comencé a "volar".

Pronto despuntaste como jugador de basket. ¿Lo recuerdas?

Del todo y con alegría; en aquellos años hasta que cumplías los 15 años no podías estar federado por lo que estuve varios años entrenando y jugando por "libre" pero sin competir; fue al cumplir la edad establecida cuando pude debutar con el Alcázar.

De aquella etapa, ¿a qué entrenadores recuerdas?

A Acisclo Domínguez, a Toni Gomila y a Miguel Alejandre.

A ti se te recuerda por muchas cosas, especialmente por tu etapa baloncestística, pero hay un hecho especial, la Bodega Victoria. ¿Hacemos un poco de historia?

Lo considero obligado; al trasladarnos a vivir a Maó mi padre, que era "fuster", abrió una tienda de muebles en la Plaza Colón o a "sa costa de Sa Plaça", esquina Rosario, hoy Llibreria Fundació, tienda que de muebles pasó a ser de comestibles, pero la enfermedad de mi madre obligó a cerrarla y fue entonces, creo que en el año 1955, un año antes o un año después, cuando abrimos la Bodega Victoria; inicialmente sus dimensiones eran más reducidas, con dos naves que luego ampliamos hasta transformarla en la bodega que la mayoría de gente recuerda.

Bodega, con muchos recuerdos inolvidables, pero que te obligó a ser "parte del todo".

Sí, en aquellos años no todo eran "flors i violes", eran tiempos muy duros y yo, como otros muchos, tuve que colaborar activamente en el negocio familiar, por lo que siempre digo que mis vivencias, aunque felices, porque fui muy feliz, son duras; ten en cuenta que mientras mis amigos los sábados y domingos se estaban divirtiendo, yo estaba ahí, a pie de obra, en la bodega, sin embargo repetiré que fui feliz.

El ambiente de la Bodega Victoria recuerdo que era extraordinario. ¿Cierto?

Del todo, siempre había gente, sobre todo jóvenes, chicas y chicos, estudiantes, militares, e incluso personas mayores, un lugar muy especial, atractivo y con mucha alegría; un punto neurálgico de Maó.

Tu currículum como jugador tiene algunas anotaciones especiales, poco comunes en aquellos años porque comenzaste en el club alcazareño, para pasar seguidamente al La Salle y posteriormente al Boscos, con otras "prolongaciones" que iremos desgranando.

De los 15 a los 18 años jugué en el juvenil del Alcázar y dos temporadas en el primer equipo, pero el La Salle ascendió de categoría y me ofrecieron fichar por ellos, oferta que acepté porque jugar en II División me seducía; estuve en el equipo blanquiazul desde los 21 a los 28 años en que me retiré; sin embargo y dado que tenía muy buenas relaciones en Ciutadella fiché por una temporada y como entrenador por el Boscos, fue aquel año en que Sanjuán y Alocén, dos exinternacionales reforzaron al equipo de Calós. Recordarás que venían de Barcelona los fines de semana cuando jugábamos en casa y cuando lo hacíamos como visitantes nos esperaban en la Ciudad Condal. Aquella experiencia la considero muy positiva por el hecho de que los dos jugadores, de amplia y reconocida experiencia, se comportaron con una gran sencillez, eran uno más del grupo.

Aunque tuvisteis que superar una fase eliminatoria para seguir en la categoría.

Sí, el Boscos había ascendido al haberse proclamado campeones de Balears, pero el equipo carecía de la competitividad suficiente para luchar en la nueva categoría pero a pesar de ello pudimos aferrarnos a la fase de permanencia, fase que Jaume Gelabert Quetglas, el entonces presidente, consiguió que se disputara en Ciutadella, cuyo resultado nos fue favorable ya que mantuvimos la categoría.

Por cuanto me dices Ventura, el míster catalán, fue tu sucesor.

Lo fue, lo cual significó que el club ciutadellenc se abriera a un semiprofesionalismo que todavía se recuerda.

El paso siguiente te llevó nuevamente al Alcázar.

Sí, el Alcázar militaba en la misma categoría que el Boscos y para "reforzar" al equipo y a la dirección técnica, Pito Carretero me convenció para que fichara como jugador y un poco como ayudante o "consultor" de Dado Casasnovas, el entrenador del equipo, pero lo experiencia no tuvo el resultado deseado ni continuidad.

Además de tus andanzas como jugador y entrenador, también estuviste ejerciendo varios cargos federativos.

Cierto ya que fui delegado insular de la Federación Balear, en la etapa de Tomeu Rollán en la presidencia y presidente del Comité Federativo, cuando Nicolás Valverde dejó el cargo.

Otra "gesta" fue la que te llevó a la presidencia del CD Alcázar, sustituyendo en el cargo a Juan Mercadal Moll.

Sí, y acepté el cargo con la máxima ilusión; presidencia que asumí en la temporada 89/90 y permanecí en ella hasta la temporada 92/93; etapa ésta de muchos recuerdos todos ellos positivos.

Y hoy, desde la distancia, como te sientes; ¿"rojillo", lasallista, del Boscos?

El basket es algo que llevo dentro, pero de siempre, y tanto en un equipos como en otro, de los tres que estuve, siempre intenté dar lo mejor de mí, siempre procuré ayudar y ser, tanto como jugador como entrenador, útil al club al que pertenecía.

Aquel baloncesto de antaño era totalmente diferente al actual. ¿Qué diferencias más notables señalarías?

El basket, incluso el nombre ha cambiado, ha evolucionado muchísimo; la preparación tanto física como técnicamente ha cambiado por completo, aquellos tanteos que como máximo alcanzaban el medio centenar son historia, hoy se juega con otra mentalidad y a otro nivel, velocidad, fuerza y metodología muy avanzada, hoy es otra concepción muy diferente de aquel baloncesto; hoy el control, en todas sus fases, es total, como si fuera de otra galaxia.

¿Sigues siendo estando al quite de cuanto acontece en este tu deporte?

De todas todas; sigo in situ al Menorca Bàsquet y también acudo a presenciar al Alcázar, actualmente menos que en la temporada pasada, y procuro no perderme ni un solo partido de los que juegan mis nietas; como también me "apunto" a la oferta televisiva, intentando estar al día de nuestros jugadores emigrados al basket USA.

¿Qué opinas de Llull?

Que actualmente es el jugador más emblemático del Madrid; posee unas condiciones impresionantes y una rapidez mental y física estimable, también es cierto que en ocasiones se pasa de "frenada", pero para esto está el entrenador que en tales momentos debe sustituirle, llevarlo al banquillo; si mejora en el tiro exterior y sigue progresando le veo, en un futuro no muy lejano, como jugador de la NBA.

Pasemos a otro apartado, digamos el profesional. ¿Cuáles fueron tus inicios laborales?

También en este campo abarqué un amplio abanico; "debuté" en la empresa de Rafael Roselló, despachando gasolina o fuel en los surtidores de la hoy plaza Constitución, actualmente desaparecidos, y otros trabajos complementarios como era el de ir, cada viernes, a cobrar a todas las bisuterías de Maó; iba en una pequeña moto recorriendo toda la ciudad, trabajo que me llevaba toda la mañana, cuatro horas y media, lo que da una idea de las muchas fábricas bisuteras que en aquellos años había en Maó. Luego trabajé en la Base Naval, en las oficinas de mantenimiento, lo que permitía tener un trabajo remunerado durante la mañana y por las tardes poder trabajar en la bodega; allí estuve cuatro o cinco años hasta que, gracias a los buenos contactos que mantenía en Mallorca, acepté una propuesta para hacerme cargo de una distribuidora de productos alimenticios y de bebidas, entrando en el negocio de la alimentación que dejé al detectar que las grandes superficies "barrerían" las distribuidoras, ya que ellos iban por libre y fue en aquel momento cuando inicié mi etapa en el negocio de material, vestimenta y prendas deportivas; todo deportes…

¿Intersport?

Efectivamente; formé una sociedad con Emilio Finestres y abrimos la primera tienda, en S'Arraval, luego ampliamos la oferta con otra tienda, la de Portal de Mar y otra más, ésta en Ciudadela, asociado con Matías Campins; la expansión comercial siguió a su ritmo hasta que las circunstancias actuales nos han llevado a cerrar tiendas, reducir costes y aprovechar al máximo las posibilidades de dos grandes centros que ofrezcan toda nuestra oferta con el máximo de comodidades.

¿Cuáles serán vuestros "escaparates"?

Solo dos, el de Ciutadella, en el Camí de Maó, y aquí en Maó, el del Polígono Industrial; cerramos la tienda de la Avenida Menorca y la de la plaza Abu Umar; el "escaparate", como tú dices, entendemos debe abarcar toda la gama de productos, no solo, pongamos por ejemplo, unos pocos aparatos sino todos los que tenemos, posibilidad que se da en la tienda del Polígono, sumando a ello la posibilidad de aparcar con relativa facilidad.

Para el comercio en general son tiempos difíciles. ¿También en vuestra rama?

Lo son para todos, para unos más que para otros, para simplificar diré que será "una dura travesía del desierto"; lo que es irreversible es que el pequeño comercio, las tiendas de barrio carecen de futuro porque la competencia de las grandes superficies las barrerá, solo se salvarán aquellas que se asocien a alguna "cadena" o su oferta sea extremadamente singular.

Otro campo, otra parcela, porque también conoces la política institucional ya que "copaste" un sillón municipal como concejal del PP.

Pues sí, y durante todo el mandato, cuatro años en activo; de hecho pensé que había llegado el momento de devolver lo que la ciudad, lo que Maó me había dado, todo lo que había hecho por mi y acepté ir en la lista municipal del PP y salí elegido; la experiencia fue muy positiva, trabajamos a destajo, pero lo realmente cierto es que el estar en la oposición resulta estremadamente duro.

¿Por qué no reincidiste?

Las circunstancias personales de aquel momento no eran las más idóneas para hacerlo y no acepté la invitación para figurar en la lista; el estar o no estar en una lista electoral son opciones que debes tomar con la máxima responsabilidad, porque la política es mucho más que un juego.

Con tu carné de jubilado, ¿volverías?

No, la política me atrae pero no quiero involucrarme de nuevo, ahora quiero disfrutar de mi jubilación y, como tú sueles decir, "gozar" ejerciendo de abuelo.

Sí, porque con cuatro nietos y uno en camino son mucha "tela".

Sí, y mucha leña a cortar.

¿De qué color ves el futuro?

En ocasiones incoloro y en otras muy negro; lo que tengo muy claro es que mis hijos y mis nietos lo tendrán sumamente difícil porque si analizas la situación mundial, EEUU o Europa, ves que todo se tambalea, que la situación de crisis no solo afecta a unos pocos, aunque sea más acusada para estos pocos, sino que es algo global y esto es tremendamente preocupante por lo que, y a pesar de mi optimismo, pienso que la solución llegará a largo plazo.

La recientemente aprobada reforma laboral es muy "dura". ¿Era necesaria?

Posiblemente lo era; para mí el origen de esta situación debe situarse en el 2008 cuando Solbes, que conocía la realidad, no quiso o no le dejaron hacer los ajustes y la política que nos hubiera permitido mantenernos a flote, aquella inoperancia nos ha llevado a esta dificilísima situación que ha obligado a una reforma dura, muy dura; Solbes puede que hiciera un gran servicio al PSOE pero no al país.

¿Aceptas el "sanbenito" sobre el empresariado?

No, el empresario lo que pretende es crear riquezas y, consecuentemente, puestos de trabajo, pero para ello precisa y pide una política adecuada, una cancha adecuada para hacer eficazmente su cometido.

¿Partidario de las subvenciones?

Todos debemos acostumbrados a no gastar más de lo que disponemos, pero dicho esto no es de recibo que Mallorca, para mantener unas instalaciones posiblemente sobredimensionadas, se beneficien de un "dinero" que debería ser repartido equitativamente y sin privilegios.

¿Qué recuerdo tienes del padre Petrus?

Muchos e inolvidables; me acuerdo de aquellas partidas de truc en que verle jugar era todo un espectáculo, siempre riendo, siempre atento con todos; por lo demás su obra fue encomiable por lo que pienso que Maó sigue estando en deuda con el "pater"

Y en estos momentos, ¿qué le pides a la vida?

Salud en lo personal, por lo demás que la crisis mejore con la mayor rapidez posible, que "remar" sea más fácil y que "estalle" la paz, es decir, que se acaban todas las guerras.

Salud, paz, que la crisis amaine, como si de un temporal se tratara; deseos que todos firmaríamos para que se hiciesen realidad.