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Quesería Menorquina busca vías de financiación que cubran, entre otros pagos, el abono de la deuda concursal que mantiene con los suministradores de cuajada y que actualmente asciende a 300.000 euros correspondiente a las facturas de abril y mayo de 2011. A pesar de que el gobierno de Antich se comprometió hace ahora un año a inyectar un préstamo (sin intereses) de 500.000 euros a Quesería destinado a favor de los proveedores de cuajada (y otros 500.000 directos para la empresa ya abonados) a fin de mantener la producción fabril, la compañía sólo recibió 200.000 euros para pagar a los payeses. A esto se añade que Gobierno de Bauzá ya ha comunicado a los responsables de la fábrica que los 300.000 restantes no estaban consignados en tesorería y tampoco los podrá abonar, por tanto, deberá ser Quesería quien busque liquidez para pagar sus deudas a los productores de cuajada.

Una de estas vías de financiación es la reducción de la hipoteca de 15 millones de euros que pesa sobre la fábrica, firmada en 2010 por la familia Ruiz Mateos a espaldas de los trabajadores y de las instituciones públicas que se implicaron en el proceso de venta de las instalaciones por parte de Kraft. De hecho, la propia administración concursal ha señalado en más de una ocasión que la viabilidad patrimonial de la compañía pasa por la rescisión de esta garantía que grava la fábrica en favor del Banco Santander. Por este motivo, responsables de Quesería, de la entidad bancaria y de Promontoria Holding 36 BV, la sociedad a la que el Santander cedió en mayo de 2011 el contrato hipotecario a través de una operación de compra venta, han alcanzado recientemente un acuerdo para levantar esta garantía y crear otra nueva. El objetivo es reducir la actual hipoteca para disponer de mayor liquidez con la que afrontar pagos a proveedores.

Según el informe concursal, la tesorería de Quesería Menorquina fue transferida por los anteriores administradores a otras cuentas de las compañías de Nueva Rumasa, lo que perjudicó seriamente la solvencia de la empresa al no tener liquidez siquiera para atender sus compromisos financieros. Así pues, para revertir esta situación y que retorne liquidez a la caja es imprescindible reducir la hipoteca. El acuerdo acordado a tres bandas entre Quesería, Banco Santander y la sociedad Promontoria debe ser ahora ratificado por la juez del Juzgado de lo Mercantil número 2 de Palma que lleva el proceso concursal.