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Mi pócima mágica para ahuyentar los "malos espíritus", concretamente el pesimismo que la actual situación de este nuestro "perro mundo" nos atenaza a quienes todavía ejercemos el derecho a pensar, es divagar de lo divino y de lo humano con alguien que, desde su rabiosa juventud, tiene ante sí un largo camino por recorrer, porque ellos, los integrantes de las jóvenes generaciones que han aprendido a pensar y ser positivamente críticos, hacen que recupere la fe en el hombre, y me reconforte augurando un nuevo futuro, siempre y cuando lo "políticamente correcto" no les impida ser y actuar tal como son: capaces, honestos y trabajadores; jóvenes, ellos y ellas, que han apostado por un nuevo modelo en el que el respeto y la responsabilidad se entrelazan con el compartir.
Martí Guasteví Olives, que ama y siente la música como parte de su "herencia", es uno de dichos jóvenes; porque "alguien" le enseñó a ser parte del todo desde el respeto y la honestidad y, por si ello fuera poco, también aprendió a pensar y a ser crítico, lo que implica una importante dosis de autocrítica indispensable para crecer como persona.

Con un abuelo y un padre como los tuyos, el que te dedicaras a la música era de "obligado cumplimiento".
Totalmente de acuerdo, el ambiente musical de mi casa, con mi abuelo al frente de la Banda Municipal de Mahón, me rodeó por completo e hizo que me decantara por la música, con cierta preferencia por las bandas de música.

Sin embargo tú eres filósofo, ¿qué hizo te decantaras por dicha disciplina?
Prefiero decir que estudié la carrera de Filosofía, ser filósofo son palabras mayores. La influencia vino de un profesor que sembró en mí y en otros compañeros "sa llavor" por dicha materia; para nosotros fue un personaje entrañable, Carlos Conchillo, que nos marcó muy positivamente "obligándonos" a pensar y a leer, dos componentes indispensables para crecer humana e intelectualmente.

Disciplina que en España tiene, a mi modo de ver, poco peso; Balmes, Ortega y Gasset, Unamuno, Julián Marías y poco más.
Y no olvidemos a María Zambrano o Emilio Lledó y algún otro, pero en la Facultad la aportación de los pensadores españoles quedaba muy diluida, se incidía más en los que han tenido o tienen una mayor dimensión.

Te daré cinco nombres aunque la lista podría ser más larga; Kant, Marx, Nietsche, Sartre o Henri Bergson. ¿Por cuál de ellos te decantarías?
Por Kant, por todo cuanto significó, él fue quien estableció, entre otras muchas otras cosas, la investigación crítica de los límites del conocimiento humano.
Mi predilecto es Bergson, pero… ¿Sigues en ello, ejerces la docencia de Filosofía?
No, pero practico algo que la carrera me enseñó, tener suficiente perspectiva de las cosas para poder analizarlas y si se da el caso, mejorarlas; terminé la carrera pero me decanté por completo por la música, en la que estoy inmerso en cuerpo y alma.

Antes de dar el salto a Barcelona, aquí, en Maó, ¿dónde estudiaste?
Primero en el "Virgen de Gracia", recuerdo con cariño esa etapa y el hecho histórico de ser el primer curso en que se admitieron niños, antes era un colegio sólo para chicas; de allí pasé al "Ramis i Ramis", hasta dar el salto a la Ciudad Condal, en donde estudié Filosofía; carrera ésta de cuatro cursos.

¿Qué significó para ti "volar por libre"?
Vivir solo por primera vez es una experiencia única; aprender a gestionarte por ti mismo tiene sus complicaciones y en esos momentos valoras en toda su dimensión la educación que has recibido. Mis padres, que siempre me apoyaron en todo, resultaron un pilar fundamental para poder desenvolverme por mí mismo. ("No em van donar cap canya, em van ensenyar a pescar").

¿Amigos…?
El vivir lejos de casa hace que des mayor importancia a los amigos, se convierten en tu segunda familia, que siempre aportan, desde su diversidad, connotaciones positivas; en este aspecto tuve muchísima suerte con dos de ellos, Juan Pons Llopis, matemático que actualmente reside en Berlín y Daniel Villalonga, profesor en La Salle, ambos licenciados también en Filosofia; de los dos aprendí y sigo aprendiendo mucho porque son dos excelentes personas.

La música irrumpió en tu vida con la fuerza de una galerna. ¿Qué destacarías de tus primeras vivencias?
La presencia de mi abuelo al que siempre acompañaba; también a los profesores del Conservatorio, al señor J. Fuxá, un profesor particular del que aprendí mucho.
¿Qué título obtuviste?
Aquí el de grado medio y en Barcelona el superior; sin embargo debo aclarar que lo obtuve por libre, dado que el ambiente que se respiraba en el Conservatorio barcelonés no me satisfizo y preferí seguir estudiando por libre con profesores que escogí.

Pero te inscribiste en …
Una vez terminados los estudios superiores, me fui al Taller de Músics, donde estudié música moderna y permanecí por espacio de tres años. Considero fundamental haber podido ampliar mis estudios en un mundo en el que no tenía experiencia. El arte nunca puede ser algo estático, siempre debe fluir y correr paralela a los tiempos y a las necesidades de la sociedad.

Actualmente, ¿cuál es tu modus vivendi?
Soy miembro de la Banda Municipal de Barcelona desde hace tres años y clarinete solista de la Banda Sinfónica de Badalona, de la que mi hermana Laura es la presidenta. Además, ejerzo como profesor de clarinete y conjunto instrumental en dos centros.

Como en el Monasterio de Montserrat.
Efectivamente, resulta para mí un orgullo y un privilegio trabajar en una de las instituciones más prestigiosas y antiguas de Europa (su creación se remonta al siglo XII). Es un centro donde valores como el respeto, la educación o el esfuerzo son extremadamente cuidados, además de ser un centro en continua investigación e innovación en materia de pedagogía.

Con el añadido des "anar i venir".
No resulta ninguna molestia, porque sólo me desplazo un día a la semana; hemos concentrado todas las clases en una sola jornada, en parte para que los propios alumnos puedan seguir sus estudios sin excesivos problemas; además subo al monasterio con Manel Barea, profesor de Metal y director de la Banda de Badalona; un personaje entrañable que tanto a mi hermana Laura como a mí nos ha ayudado muchísimo; es un gran pedagogo, un gran músico, un gran amigo y añadiré que le considero como a mi segundo padre.

Aquí, creo recordar que estuviste, durante un corto espacio de tiempo, al frente de la Banda Municipal. ¿Fue así?
No, durante un año asumí la dirección de la Banda Nura, precisamente cuando su director, "es mestre" Carretero se retiró, otro de los músicos de Menorca que han influido en mi formación y del que guardo un grato recuerdo. Actualmente estoy finalizando mis estudios de Dirección Especializada en Banda.

Para un chico joven como tú, el ambiente musical de Barcelona debe ser fascinante, ¿lo es en realidad?
Sí, pero muy difícil porque hay mucha gente preparada y con ganas de "viure" de la música, lo que te exige un plus de competencia.

Dentro de este ambiente sé que tienes una cita programada. ¿A qué se refiere?
El 31 de enero del próximo año presentaremos un nuevo grupo musical, el Barcelona Clarinet Players, la idea es un tanto novedosa e innovadora (como solemos decir, somos cuatro músicos que tocamos el clarinete), una propuesta interdisciplinar, pretendiendo con ello ofrecer un nuevo modelo de hacer música dedicado especialmente a la gente joven; yo diría que es un proyecto vivo bajo el lema de "o renovarse o morir".

¿Renovación, innovación para buscar una alternativa más original?
Efectivamente; la música clásica está para unos en la UCI y para otros en una preocupante fase terminal; de ahí que busquemos nuevas fórmulas para revitalizarla, para que siga con la maravillosa belleza que nos sedujo a todos. Yo entiendo el arte como un acto de comunicación, y cada vez veo más separación entre el arte y el público.

Entiendo o quiero entender que vuestro proyecto está dentro de un programa casi universal. ¿Hay algo de ello?
Sí, y de hecho ya hemos establecido varios contactos; los músicos debemos buscar nuevas formas creativas y a la vez que sean sostenibles, por ello y dentro de nuestros planes está el de ofrecer música de autores vivos, habiendo colaborado ya con algunos de ellos que han manifestado su apoyo a dicha iniciativa, (uno de nuestros "padrinos" es el maestro Pedro Iturralde). También hemos sido premiados en un festival de videos de música clásica. No estamos descubriendo "sa Mediterrània", intentamos abrir camino en nuestro país con referentes que ya lo están haciendo hace años en el extranjero.

La música, la cultura en general, ¿consideras está o no "bendecida" políticamente hablando?
"Per res". A toda ella actualmente se la ve como un proyecto que ha de ser rentable económicamente y no como "una necesidad vital" para la buena salud de la sociedad.
Interesante "lectura", sigamos profundizando en dicho tema.
La música, y obviamente la cultura en general, no produce una rentabilidad directa, sino indirectamente y a largo plazo, regalando a la sociedad el valor de compartir y admirar la capacidad del ser humano por comunicar en infinidad de manifestaciones únicas entre sí. Por lo visto, actualmente esta visión no interesa; políticamente se invierte en todo aquello que da votos.

Dices que en todo este meollo existen actualmente dos modelos.
Hay más y en Menorca, sin ir muy lejos, tenemos grandísimos talentos que lamentablemente se desaprovechan. Yo personalmente, sigo básicamente dos modelos grandes educativos: el de Venezuela ("el sistema de orquestas") y el de la Filarmónica de Berlín. Creo que ambos han sabido generar dos propuestas modernas y sostenibles.

¿Has pensado alguna vez en formar el "Trío Guasteví", integrado por ti y tus dos hermanas e incluso un "cuarteto", con tu mujer?
¡Difícil! Mi mujer, aunque le encanta la música y es un gran apoyo para mí, se dedica a la enseñanza de idiomas. Sara mantiene el espíritu amateur; ella aunque está muy vinculada a este mundo, forma parte de la Orquesta Universitaria de Barcelona, se dedica a su trabajo en el Museo de la Música de Barcelona y a la fotografía. Laura, mi otra hermana, es profesora de música en diversas escuelas municipales, como la de Hospitalet o el Conservatorio de Vilaseca y es, como ya he dicho, presidenta de la Banda Sinfónica de Badalona y una excelente intérprete de fagot y flauta. ¡Pero nuestras agendas resultan sumamente complicadas de conciliar!

Lo realmente admirable no es solo el enorme componente fraterno que existe entre los tres hermanos sino también vuestra evidente complicidad.
Aprendimos a compartir y a ayudarnos mutuamente, de hecho mis dos hermanas siempre me han apoyado, y gracias a este componente fraternal hemos ido creciendo por separado pero con connotaciones especiales y muy firmes. Son dos personas extremadamente creativas, trabajadoras y generosas.

Particularmente, ¿qué música prefieres?
Cada momento elige su propia música.

Menorca, ¿qué es para ti?
Una referencia y un refugio, pero siempre me ha empujado a salir; en ocasiones se convierte o se ha convertido en una utopía con un componente especial que me permite volver para recargar las pilas y poder seguir pedaleando.

Dices que en tu entorno has sentido la influencia positiva de algunas "instituciones", ¿cómo cuales?
Una de ellas es el Orfeón Mahonés y la otra el Grupo Filarmónico del Ateneu (tengo un recuerdo muy entrañable de Lola Mir y de su familia, una persona de la que aprendí a amar la música); al trabajar con o en ellas siempre me he sentido cómodo y he notado un apoyo espiritual extremadamente reconfortante. Y un hecho aún más importante, valorar el mundo amateur y su función esencial en la sociedad.

Tu forma de expresarte, y "tus silencios", me llevan a pensar en que tienes en gran estima el entorno familiar en que has crecido y el valor añadido de los amigos, ¿acierto?
Del todo; el entorno ha sido esencial, no solo mis padres sino también mis dos hermanas y mi mujer y su familia, lo cual me ha permitido estar ahí, donde quería o buscaba estar; pero también mis amigos, que han sido parte importante de mi desarrollo personal.

Es aquello de que "el hombre no es una isla".
Efectivamente, sino que "forma continente", lo cual te proporciona una fuerza que te permite ir avanzando, algo que por ti sólo resultaría imposible.

¿Salir para progresar o quedarse estancado?
Para crecer, como ser humano, como persona, sin olvidarte ni de tus orígenes ni de tus vivencias infantiles y juveniles. Y si tu experiencia puede ayudar a progresar, allí estaremos.

Aficiones, ¿las tienes?
Especialmente el cine, me apasiona. La buena comida (me gusta cocinar) y viajar, afición que mi mujer me ha enseñado a valorar. Últimamente también guardo tiempo para disfrutar de la naturaleza. Creo que en España deberíamos tener un partido verde mucho más serio y fuerte de lo que tenemos.

¿Tienes alguna fórmula mágica para superar este difícil momento?
No, porque tales fórmulas no existen; superar este difícil momento conlleva un cambio de mentalidad, yo diría que radical… El hombre debe volver a sus orígenes, intentar ser más humano, más sensible y desde un posicionamiento crítico buscar un común denominador que nos permita encarar el futuro desde una perspectiva más social, desterrando los hábitos impuestos por el consumismo.

Para el futuro, ¿cuáles son tus planes?
Desearía poder vivir de la música, porque en ella me siento feliz y realizado, por lo demás mis planes son muy simples, compartir la felicidad con los míos y el mayor número posible de gente. No puedo cambiar el mundo, pero intento mediante la enseñanza mostrar a mis alumnos lo que yo he aprendido, a que piensen por ellos mismos, a que respeten y se respeten, a aprender a vivir en sociedad y a gestionar un bien tan preciado y complicado como es la libertad.

La política, ya sabes, la que se lleva, ¿te seduce?
En absoluto; lo que entendemos o se entiende por política es tan vulgar, con tan pocas ideas, sometido todo a lo políticamente correcto, a lo que proporciona mayor número de votos, que no me seduce ni poco ni mucho. Pienso que se hace más y mejor política en los bares o las peluquerías que en las administraciones.

De nuestro futuro, incierto y preocupante, ¿qué opinas?
Me traumatiza que un partido de fútbol paralice a todo un país y que éste no sea capaz de reaccionar ante una serie de problemas de extrema gravedad; por ello y otras muchas cosas opino que nos falta sensibilidad, capacidad de análisis y saber priorizar nuestros legítimos derechos.

¿Como el plantear una escala de valores?
Efectivamente y luego priorizarlos sin egoísmos ni privilegios.

El futuro, sino el presente, es vuestro, de los jóvenes, de ahí mi pregunta, ¿qué le pides a la vida?
Básicamente salud, lo otro se nos dará por añadidura.

La conclusión, "mi conclusión", es que hoy la utopía sigue siendo necesaria.