Autocar. La nueva programación del transporte público de autobuses empezó a aplicarse hace un año con numerosas quejas de usuarios - Gemma Andreu

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El Consell ponía en marcha el 1 de noviembre de 2011 la nueva programación del transporte público de autobuses con el objetivo de adaptar el servicio a la demanda real y conseguir una reducción del déficit que generaba a la Administración insular.

Un año después de la aplicación del reajuste, el Consell considera "logrados" los objetivos que se habían marcado con esta "optimización" del transporte regular. Por un lado, se ha cubierto la demanda de los usuarios y por otro se ha reducido el gasto generado por el servicio en 1,1 millones de euros, indican.

Según comentan desde el departamento de Movilidad, el presupuesto del Consell para 2011 era de 2,1 millones aunque el gasto real se disparó superando los 3 millones. En 2012, la cuantía presupuestada por el servicio era de 1.970.000 euros. "Se ha cumplido el presupuesto consiguiendo una contención del gasto de algo más de un millón de euros", apuntan. Fuentes del departamento indican que el 90 por ciento de este ahorro se ha generado gracias al "replanteamiento de las líneas" y el 10 por ciento restante, "a la actualización de las tarifas". El Consell resalta que con la medida aplicada la Administración ha conseguido atajar también la deuda con las concesionarias de los servicios que cobran ya a 90 días.

El Ejecutivo insular remarca que tras valorar el resultado de la nueva programación horaria, la ocupación media por autobús es un 30 por ciento superior a las cifras que se barajaban hace un año. Y es que, según el Consell "aunque haya menos frecuencias, los horarios punta se han reforzado con mayor número de autobuses" por lo que "con menos enlaces hemos conseguido transportar a todos los usuarios habituales del servicio".

A pesar de ello, el departamento apunta a una pérdida media de pasajeros que ronda el diez por ciento. El Consell justifica estos datos indicando que "los pasajeros que no han utilizado el autobús no son los clientes habituales del servicio sino que son turistas y personal no nativo que lo utilizaba de forma puntual" y añade que "con la supresión de los horarios valle el servicio está más adaptado a las necesidades reales", indican fuentes del área de Movilidad.

En concreto, señalan que el uso del transporte regular ha sufrido fluctuaciones según la línea. Así, la ruta entre Maó y Ciutadella ha visto incrementado el numero de pasajeros en un 12 por ciento. El perfil del usuario son nativos con un importante grueso de estudiantes. El movimiento de este colectivo varía de un año a otro según la oferta académica de cada municipio. Las líneas de circunvalación y centro de Maó han registrado una bajada de en torno a un 20 por ciento, que evidencia "la pérdida de volumen de las personas que vivían en barrios y que ahora, por falta de trabajo, han abandonado la ciudad", valoran desde el área de Movilidad. La línea del Aeropuerto ha mantenido la actividad.

Cabe recordar que la línea regular que une Maó con Ciutadella fue la que mayor número de cambios padeció y la que más quejas acumuló. Y es que el bus exprés fue eliminado. "Era un lujo mantenerlo", señala el conseller del área, Luis Alejandre, "puesto que el coste de la línea directa superaba los 450.000 euros". A pesar de esta supresión, el responsable del departamento afirma que se han reforzado las horas puntas del trayecto que hace estaciones para que ningún usuario quede sin asiento. En estos casos, el modus operandi pasa por completar primero uno de los autocares con aquellos usuarios que van de Ciutadella a Maó, o viceversa. Cuando está lleno "se convierte en bus directo".

Es más, tras el inicio del curso escolar la línea del mediodía de unos días específicos de la semana cuenta con hasta tres autobuses con salida desde Ciutadella cuando el año pasado "la incorporación de un tercero se daba en casos muy esporádicos". El responsable del área también asegura que se ha hecho un minucioso trabajo para encajar todas las piezas e intentar contentar a todas las partes. Y es que tal y como comenta, el autobús lanzadera que conecta la zona de los institutos con la Estación de Autobuses no llegaba a tiempo para que los estudiantes enlazaran con la línea regular con dirección a Ciutadella. Para mejorar el servicio se retrasó la salida de esta línea, señala, "una medida que se ha ido aplicando en todos los servicios para satisfacer, en la medida de lo posible, a todas las partes".