Teatro. El premio Vicente Macián fue para el trabajo del equipo del hospital de Sant Joan Despí - Gemma Andreu

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Equipos médicos de tres hospitales catalanes se hicieron ayer con los premios que conceden la Universidad Católica Sant Antonio de Murcia (UCAM) y la fundación EFHRE en el marco del VIII Foro Mediterráneo Multidisciplinar del Dolor organizado por la asociación Sine Dolore. El trabajo ganador del primer premio, que lleva el nombre de Vicente Macián -en homenaje al sacerdote que durante su vida ofreció apoyo y consuelo espiritual a numerosos enfermos-, fue para la doctora Carme Batet y su equipo, del hospital Sant Joan Despí de Barcelona, con un estudio sobre "Radiofrecuencia pulsada en el ganglio hipogástrico por abordaje transdiscal L5-S1". Los dos finalistas fueron los trabajos presentados por médicos del Hospital de Granollers, "Utilización de medicación fuera de lo autorizado en ficha técnica. Eficacia y seguridad, aspectos médico-legales", y del Hospital Municipal de Badalona, "Eficacia de la aplicación del parche de capsaicina 8% en el dolor periférico postquirúrgico". Los premios se conceden a través de la Cátedra de Urgencias, Emergencias, Catástrofes y Cardioseguridad de la UCAM.

La gala de Sine Dolore llenó el Teatre Principal de Maó y contó con la presencia del presidente del Consell, Santiago Tadeo, el conseller balear de Salud, Martí Sansaloni, y la alcaldesa de Maó, Águeda Reynés, entre otras autoridades. Un apoyo político que agradeció efusivamente el doctor Jordi Moya, impulsor de Sine Dolore y principal artífice de un evento que ha logrado reunir a expertos de todo el mundo en el tratamiento del dolor. Buena prueba de ello es que el comité editorial que hizo de jurado para premiar los trabajos de investigación lo tuvo difícil, ya que se presentaron cuarenta y de un elevado nivel.

Además de un concierto dirigido por la pianista Marlén Coll, denominado "Música romántica", Sine Dolore reservaba una sorpresa emotiva para todos los asistentes. Ésta fue el homenaje rendido a todos los pacientes ya fallecidos, que hizo que el público coreara la canción "La muerte no es el final" acompañando a la junta directiva y a los artistas que iban a actuar en la velada. También hubo un emocionado recuerdo para la doctora Catalina Abal que falleció atropellada el año pasado en Ses Salines.

El médico Jordi Moya, que ya piensa en la edición de 2014, calificó ayer de "milagro" que se haya podido reunir de nuevo a 500 personas en este congreso internacional contra el dolor. Moya destacó, como novedad de este año, la organización de un taller práctico de ecografía cervical y lumbar con modelos e impartido por el doctor Thomas Clark, que ha viajado desde California.