Directo. Las entradas para el concierto de Xalubinia están a la venta allí mismo y en el Ayuntamiento de Alaior

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"Creo que nací para la música y la palabra y lo hice en el año en que se produjo la mayor nevada del pasado siglo en Barcelona. Aprendí a cantar en casa con mis padres y mis hermanas. Éramos y somos una familia musical". Alfonso de Vilallonga es autor de bandas sonoras y de sus propios espectáculos. No concibe lo uno sin lo otro. Dos polos opuestos -el más serio y el distendido- que se atraen con el mismo fin, conectar con el espectador.

Tiene un Goya y un Premi Gaudí a la Mejor Banda Sonora Original por la película "Blancanieves" (2012), de Pablo Berger. Un trabajo por el que también se le ha concedido el Premio de la Crítica Musical Española y el Premio al Mejor Compositor de Cine del año 2012.

El día 13 actúa por primera vez en Menorca. Será en Sant Joan de Binissaida. El 14, hará lo propio con su show de canción/cabaret en el Centre Internacional de Gravat Xalubinia de Alaior. La cita entonces está fijada a las 21.30 horas.

De Vilallonga es cantante, compositor, actor y un "gran jugador de póquer" confeso. Doctor en Música por el Berklee College of Music de Boston, se inició en las bandas sonoras de la mano de la directora catalana Isabel Coixet. Junto a ella ha trabajado en "Cosas que nunca te dije" (1995), "A los que aman" (1998), "Mi vida sin mí" (2002) y "Ayer no termina nunca" (2013). También compuso, entre otras, la BSO de "Princesas" (2005), de Fernando León de Aranoa.

En los últimos tiempos su tema "Maldà State (Estat Propi)", una declaración de intenciones muy personal sobre el independentismo catalán, ha levantado alguna que otra ampolla.

Dice que lleva la música en los genes, sin embargo usted es muy polifacético y no se corta a la hora de interpretar. ¿En qué terreno se encuentra más cómodo?
Mi carrera se desarrolla entre la composición musical y una parte más de escenario. Siempre he intentado en todo momento conjugar a partes iguales ambas cosas, aunque para mí todo es lo mismo ya que cuando actúas también estás creando. Todo es mi música.

No me cabe duda de que disfruta actuando.
Escojo muy bien mis proyectos para que me permitan compaginar ambas facetas. En el caso de "Blancanieves", por ejemplo, me ha llevado bastante tiempo; por no hablar de todo lo que el film ha traído consigo después. A día de hoy seguimos haciendo conciertos de la película con la orquesta en directo, en los cuales también participo como músico. A la par, estoy en plena presentación de mi último disco "Alphosphore Variations".

El encargo de la BSO de "Blancanieves" ¿le llegó en un buen momento de su carrera?
Me llegó en un momento en el cual me convenía mucho hacer una película porque llevaba dos años sin trabajar en el cine. El proyecto ha sido algo muy bueno para mí porque la película ha tenido mucha repercusión.

¿Cómo es crear una banda sonora para una cinta muda donde la música adquiere inevitablemente tanto protagonismo?
En este caso, la música es el sonido del film. No es sólo que la película sea muda, sino que tampoco hay efectos de sonido como puertas que se cierran o vasos que se caen. Así que la música tiene varias funciones, no solamente la de banda sonora o de ambiente, sino que además ha de contar la historia de una manera paralela y continuada puesto que la música no para prácticamente en ningún momento.

Habrá sido un reto enorme.
La verdad es que sí. Además es una música en muchos casos muy descriptiva, lo cual quiere decir que va muy pegada a la imagen y eso quizá es lo más difícil de hacer, que vaya totalmente sincronizada con las acciones de la escena.

¿Cómo ha saboreado semejante cúmulo de galardones por "Blancanieves"?
Uno lo saborea con mucho agradecimiento, aunque considero que el mayor premio que existe es seguir trabajando y que te paguen por ello. Pero a nadie le amarga un dulce...

¿Cómo va a ser el espectáculo que presentará en Xalubinia?
Haré una versión reducida a dúo de mi disco "Alphosphore Variations", un concierto donde actuaré junto Pau Figueras, un guitarrista fantástico. Básicamente incluye el mismo repertorio del álbum, es un formato muy agradable que funciona bien en escenarios más pequeños.

Este disco incluye el tema "Estat Propi" que meses atrás, tras su lanzamiento, causó bastante polémica. ¿No hay libertad para decir lo que uno piensa?
La libertad de decir lo que pensamos, la tenemos. Lo importante en esta sociedad es no ser excluyente, debe haber lugar para todo el mundo y para todas las opiniones. Cuando existe un pensamiento, ya no hay libertad. Y tengo la impresión de que mucha gente pide la libertad, pero a costa de la de los demás.

Imagino que compuso este tema sobre el independentismo porque se lo pediría el cuerpo.
Sí, como todos los temas. Cualquier canción o historia que uno cuente si es buena es porque realmente responde a una necesidad de decir algo.

En este caso concreto la prensa tilda el tema de "mofa del independentismo". ¿Está de acuerdo?
Respecto a la palabra "mofa", diría que no es la más adecuada. Es cierto que la prensa lo ha dicho, pero no creo que sea una burla o una provocación, sino que en realidad es cómo yo veo el tema del independentismo. Quizá haya gente muy susceptible. Es una canción simpática donde expreso ciertas cosas, pero no pretende ser un tema político, yo no comulgo con ningún partido. Pero al ser algo público, a veces no puedes evitar que alguien se apropie de tu discurso. Es una canción libre e independiente.

¿Es verdad que le propusieron que hiciera la traducción al castellano para emplearla como arma política arrojadiza?
Sí, y la traducción ya está hecha y colgada en algunas webs, pero no he sido yo. Cuando en su día me pidieron la traducción dije que no. No quería que se utilizara de otra manera en el resto de España, puesto que es un tema que compuse sobre Catalunya y para Catalunya, no para que fuera utilizado como arma arrojadiza.

Se define como artista independiente.
Sí, siempre lo he sido. Nunca me han dado una subvención, ni tampoco la he pedido. Jamás he dependido de nada más que de mi pluma y mi música. Esa es la independencia que a mí me interesa.

Su último disco es una autoedición.
Exacto, lo presenté en la Sala Apolo de Barcelona el pasado abril, pero todavía no se puede conseguir. No está en las tiendas, ni en la red. Tan sólo está disponible en los conciertos.

Autoeditar ¿es lo que toca?
Sí, porque hoy hay muy pocos artistas que dispongan de una discográfica que les apoye realmente. Las multinacionales ofrecen muy poco y a cambio piden muchísimos royalties, con lo cual no sale a cuenta. Así que todo empuja hacia la autoproducción y la autopromoción.

¿La tabla de salvación son los directos?
Sí, vivimos un tiempo donde el concierto vuelve a tomar relevancia.

Leo en Wikipedia que es un gran jugador de póquer. ¿Me lo confirma o es algo más bien de cachondeo?
Decir que uno es muy bueno es el primer paso psicológico para vencer la batalla al otro (ríe).

Y la vida ¿es un juego?
Sí. Es un juego donde hay que respetar las normas, pero también saber romperlas cuando hace falta. Me tomo la vida como algo lúdico donde es muy importante el juego y el sentido del humor.

Dicen de usted que es un "provocador de sangre azul". ¿Le agrada la etiqueta que le han colgado por pertenecer a una familia de la nobleza catalana?
No puedes luchar contra las etiquetas porque siempre te las van a poner. Con respecto a la cuestión de provocar, la verdad es que es muy fácil hacerlo. Basta con soltar un exabrupto en contra de alguien. Pero no me interesa la provocación de por sí. Es cierto que sabía que "Estat Propi" iba a levantar algunas ampollas, pero no era mi intención. La compuse por pura necesidad. No soy un provocador profesional.